Jalisco

La inusual botana que aman los tapatíos, y confunde al resto de México

A simple vista parecen enormes frijoles verdes, acompañados de chile, limón y sal. ¿Las has probado? Conoce más de ellas

Están en las esquinas, en el kiosco de nuestra colonia, en el puesto de la señora del mercado. En las calles del Centro Histórico, afuera de los templos. No pueden faltar ahí donde hay elotes y verdura cocida, frituras, dulces e infinidad de antojitos. Están las kermeses y las fiestas del barrio, humeantes dentro de sus bolsas de plástico, emanando su vapor característico desde sus cazos y canastos, siempre en los atardeceres, y hasta que cae la noche.

Son las famosas guasanas, una botana típica de Guadalajara en la que las opiniones son encontradas; algunos son fanáticos de las mismas, otros las rechazan con ganas. No son para todos, pero forman parte de nuestra identidad y gastronomía callejera, de la cultura del barrio y los sabores de cualquier esquina. Son un manjar para la abuela, una rareza para los turistas, una novedad para los niños que salen de la escuela, un disgusto rotundo para quienes su sabor de legumbre tostada no encontró refugio en el paladar.

Las guasanas, un manjar que no es para todos 

ESPECIAL 

Las guasanas, a simple vista, parecen enormes frijoles verdes, y pueden encontrarse asadas, tostadas y cocidas. En ciertas partes de nuestro estado, y en Michoacán, se les conoce como garbanzas. 

En realidad lo son: las guasanas son garbanzos que aún no han alcanzado su madurez, y son retirados, tiernos, de su vaina todavía verde. Según la Universidad de Guadalajara, "vienen de una planta herbácea de aproximadamente 50 centímetros de altura, con flores blancas que cuando maduran dan una vaina que en su interior contienen de una a tres semillas comestibles". 

La UdeG también indica que, como garbanzos, son una de las legumbres más consumidas en el mundo. En México, ocupa también de los primeros lugares en la alimentación como los frijoles y las lentejas. La guasana es muy popular en Jalisco, ciertas regiones de Guanajuato y Nayarit, y también Michoacán. Es posible encontrarlas en cualquier barrio, calle o templo de Guadalajara, aunque abundan cuando es temporada.

No hay un punto medio; o se es fanático de ellas, o representa un sinsabor, una botana sin chiste. 

La guasana se come cruda, al vapor, asada o tostada. Van acompañadas, como muchas otras botanas, de sal, limón y chile. De acuerdo con el Gobierno de México, contienen fibra, potasio, vitamina C y vitamina B-6, lo cual ayuda a la salud del corazón, previene el estreñimiento, además de ser ricas en vitamina K, hierro, fosfato, calcio y magnesio. 

Con información de UdeG y Gobierno de México 

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FS

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