Jalisco

Innovación disruptiva: necesaria para la educación superior

Al considerar que la sociedad avanza más rápido que la educación, los participantes del Seminario Internacional de Aspen-FIL proponen una transformación de la universidad para que esté realmente involucrada con la productividad

El Seminario Internacional de Aspen-FIL comenzó con la mesa "Educación superior, la ruta hacia 2030: Una reflexión compartida", en la que participaron Miguel Ángel Navarro Navarro, rector institucional de la Universidad de Guadalajara (UdeG); Natalia Villalpando Páez, directora general de CREA; Bernardo González-Aréchiga, rector institucional en Universidad del Valle de México (UVM); Fernando Valenzuela, miembro de Aspen Institute México; y, como moderador,  Juan Ramón de la Fuente, presidente de Aspen Institute Mexico.

Durante el encuentro, los participantes destacaron la importancia de transformar la educación superior, en lugar de mejorar los elementos que la componen actualmente, a través de la integración de la innovación disruptiva, ya que aseguraron que la sociedad avanza a un ritmo más rápido que el de la educación.

Igualmente, plantearon el desarrollo de la universidad como parte de un ecosistema, y no como una institución individual.

González-Aréchiga acentúo la relevancia de la tecnología, que para Valenzuela empodera al estudiante con mayor información, y la creación de las Pymes por parte de jóvenes emprendedores, pues para el rector, en éstas se encuentran las oportunidades laborales y económicas del estudiante. Sin embargo, Navarro cuestionó la posición de las Humanidades en la constante apertura de empresas, por lo que aseguró que se debe redefinir qué es la universidad y revalorizar la calidad educacional: "La universidad no es una productora de empleados, sí es importante, pero ¿dónde está la aportación a los valores humanos más profundos? Enfocarse en el conocimiento no basta. La empleabilidad no es el mejor criterio para dar calidad a una universidad".

Por otro lado, Villalpando Páez propuso introducir la perspectiva de la equidad de género, derechos humanos y políticas de primera infancia en la educación superior; la primera para lograr la paridad laboral, tanto en sueldos como en oportunidades de trabajo, pues Valenzuela afirmó que 1 de cada 90 hombres ascienden de director a vicepresidente, mientras que 1 de cada 398 mujeres logra esa promoción.

Por su parte, la integración de la perspectiva de derechos humanos en la educación tendría como objetivo que "los estudiantes hagan valer sus derechos", según Páez. Y las políticas de primera infancia serían una inversión "clave para el desarrollo de la sociedad".

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