Guadalajara: ¡Íralo! Estas son las cosas que definen a los tapatíos
No solo escuchar música de mariachi y tomar tequila representan a los tapatíos; aquí reunimos para ti algunas de las características que forman parte de vivir en Guadalajara
La palabra tapatío proviene del náhuatl “tlapatiotl” que significa “vale por tres”. Según los historiadores, el antiguo sistema de trueque de los tianguis de la ahora Guadalajara, el intercambio se hacía tres piezas por tres piezas, y esta denominación definió el gentilicio de tapatío.
Como origen, tapatío solamente incluye a los nacidos en la Ciudad de Guadalajara, no así en Jalisco. Sin embargo, es una identidad que representa a todo México por su gastronomía, su cultura y su música. El tapatío es hospitalario, y por qué no, todos pueden ser un poco “tapatíos”. Conoce algunas de las características de ser tapatío.
Las palabras nos definen
“Ira, ey y edá” son los llamados pecados tapatíos. Según la Real Academia de la Lengua Española, un regionalismo es una palabra, expresión o giro propios de la lengua o la variedad lingüística de una región determinada. En Guadalajara hay algunos que nos roban una sonrisa, como decir: “bien mucho” como un superlativo muy tapatío.
No podemos caer en el prejuicio ni en el regionalismo simple, pero todos sabemos cuando alguien se refiere a “Guanatos”, o entendemos el tono irónico de un “saaabe” bien empleado. Cada región pone musicalidad propia al lenguaje, aunque sea invisible para los hablantes de la misma lengua.
Superstición y fe
Existe en algunos pueblos de España y de América la creencia de que se puede predecir el clima con la observación de algunos días. En Guadalajara se llama “cabañuelas” y ocurre en teoría los primeros días del mes de enero. Esto por supuesto que carece de sustento científico, pero cada inicio de año damos un vistazo al clima y nos planteamos la duda. ¿A poco no?
Cada 12 de octubre se suspenden las clases únicamente en Jalisco, porque ese día todos somos romeros de la Virgen de Zapopan. Y luego, desayunar menudo y al tradicional paseo en Los Colomos. En Catedral siempre sorprende la historia de Santa Inocencia, la eterna virgen que desobedeció a sus padres. Otros mitos locales son comer birote salado cuando alguien se asusta o evitar comer sandía por la noche, porque hace daño. En fin, mejor prevenir.
Los paseos familiares
Pasear en una calandria en el Centro Histórico o en una lancha en el Parque Alcalde. Todo tapatío reconoce el olor a aceite quemado de las minidonas del Centro (que por cierto ya no existen) y ha probado las nieves raspadas del Parque Morelos. Infaltable mencionar los birotes de la Central camionera vieja y comer en el mercado San Juan de Dios.
Pero no todo es popular, Guadalajara alberga la llamada “Capilla Sixtina Latinoamericana” que es el Hospicio Cabañas, que es sede de los murales de José Clemente Orozco y Patrimonio de la Humanidad. Guadalajara cuenta con gran cantidad de artistas plásticos, músicos y literatos, que se pueden conocer en sus incontables centros culturales, bibliotecas y museos. En Guadalajara se respira el arte como la tierra mojada.
Los antojitos tapatíos
Siempre seguirá el debate del origen del pozole, pero el pozole tapatío con maíz blanco y carne de cerdo nos imprime una nada envidiable identidad.Tapatío se escribe con “t” de tejuino, de torta ahogada y de tacos de barbacoa. ¿Quieres más? Birria de chivo, empanadas de cuaresma, carne en su jugo, menudo, entre muchos más.
Claro que no se nos olvidan los postres: jericallas, manzanas acarameladas, nieve de garrafa, los diablitos, biónicos y molletes. El tequila no es originario de Guadalajara, pero es aquí donde se da su proyección internacional. Antes, era ley tomar un tequila en la Plaza de los Mariachis, hoy debemos andar con cuidado en esa zona.
La Ciudad de las Rosas
Hace algunas décadas, los parques públicos eran adornados con rosas y gracias al clima templado de la región, los turistas se sorprendían con la gran cantidad de esas flores en todas partes. Hoy en día se apuesta por hacer de Guadalajara la Ciudad de los Árboles, la Capital del Libro, una ciudad incluyente, inteligente, cultural.
Guadalajara ha sido escenario de profundas tragedias, y de éxitos a nivel internacional. Antes se decía que las mujeres tapatías eran las más bonitas, sin duda era un prejuicio cargado de segregación de género. Pero hoy, sin duda, se puede afirmar que las tapatías y los tapatíos son gente hermosa que ofrecen su tierra y sus costumbres, con amistad y cariño, que permiten que cada visitante se enamore y se sienta tapatío.
DO