Fiscalía y Policía de Ocotlán tienen una difícil relación
La detención de dos policías municipales que presuntamente participaron en los bloqueos del sábado contra la PF se suma a una cadena de recientes desavenencias
En años recientes, la colaboración entre la Policía municipal de Ocotlán y la Fiscalía estatal ha tenido sus claroscuros y desavenencias. Igualmente, sigue vigente la hostilidad hacia los policías federales en los municipios de Ocotlán y Mazamitla.
El 19 de marzo de 2015, un ataque contra elementos de la División de Gendarmería de la Policía Federal dejó 11 personas fallecidas, entre ellas cinco agentes. Además, ocho gendarmes terminaron lesionados. Aquella emboscada finalizó con la detención de cuatro oficiales de Ocotlán por su participación en los hechos.
El 14 de marzo de 2017, tras un ataque a un grupo de universitarios de Ocotlán, suscitado en febrero, que dejó a una adolescente de 17 años muerta y otros dos jóvenes de 16 años lesionados, la Fiscalía y su Fuerza Única dictaminaron el desarme temporal de la Policía de Ocotlán, y la capacitación de su personal.
Eduardo Almaguer, fiscal en ese entonces, justificó el desarme debido a los hechos violentos, y la necesidad de atacar a un grupo delictivo que operaba en el lugar.
El alcalde de Ocotlán, Paulo Hernández, manifestó su inconformidad por la forma en que se presentó el desarme, acusando un “excesivo alarde de poder” de acuerdo con un comunicado oficial.
“De manera inadvertida y sin ningún aviso o comunicado, elementos de la Fuerza Única Regional asumieron la seguridad ciudadana en el municipio, esto luego de advertirse alrededor del mediodía la presencia de un helicóptero que sobrevoló la ciudad”, señaló Hernández.
Cuarenta y siete días después, la Fiscalía retornó el control del orden público a la Policía municipal, luego de que 56 de los 93 miembros de la Comisaría de Seguridad Pública de Ocotlán se graduaron de sus cursos de evaluación por parte del Instituto de Profesionalización y Capacitación de la Fiscalía General.
Anuncian regreso a clases
La Universidad de Guadalajara (UdeG) dio a conocer ayer, por medio de un comunicado, que las actividades académicas y administrativas en el Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega) y la Escuela Regional de Educación Media Superior de Ocotlán (EREMSO) se reanudarán mañana.
El documento refiere que el rector de la UdeG, Tonatiuh Bravo Padilla, y el gobernador, Aristóteles Sandoval, conversaron sobre los incidentes registrados el pasado sábado en el municipio, tras lo que se determinó el regreso a clases.
“En virtud de tener la percepción de que la situación está controlada, se convoca a los estudiantes, académicos y trabajadores administrativos , así como a los directivos del CUCiénega y la EREMSO a restablecer actividades este 6 de febrero a partir de las 7:00 horas”, señala.
La casa de estudios señala que “la integridad y seguridad de los miembros de su comunidad son prioritarias”, por lo que pidió a los directivos del plantel estar al pendiente de cualquier disposición que deba adoptarse, y añadió que mantendrá comunicación permanente con la Fiscalía estatal.