Exhortan a fortalecer la donación de órganos y tejidos para trasplantes en Jalisco
El urólogo de la UMAE, Eduardo González destaca que promover esta práctica en donadores vivos, ayuda a seguir avanzando en la reducción de tiempos de espera
En el Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco exhortó a la ciudadanía a incrementar la práctica de la cultura de donación, a fin de mejorar la calidad de vida de pacientes que esperan algún órgano.
El urólogo de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) de Occidente Eduardo González Espinoza, destacó que promover esta práctica en donadores vivos, ayuda a seguir avanzando en la reducción de tiempos de espera.
“En el trasplante de donador vivo no tenemos un diferimiento importante porque contamos con el Programa de Trasplantes activo, con el cual se realiza una intervención diaria de lunes a viernes. Gracias al protocolo que implementamos, el paciente a más tardar en 20 días ya está trasplantado”.
El funcionario informó que durante la pandemia los trasplantes de órganos fueron suspendidos. Una vez reactivados, en 2021 lograron concluir con la práctica de 192 trasplantes renales, 159 por donador vivo relacionado y 33 por donador cadavérico.
Además, se llevaron a cabo en el Hospital de Especialidades 48 trasplantes de córneas y siete de hígado.
En el caso de la UMAE Hospital de Pediatría, realizaron 44 trasplantes de riñón, ocho de hígado y cuatro de córnea. Señala que en este nosocomio el tiempo promedio de espera es de tres a seis meses.
Según datos de esta institución, en la UMAE se encuentran en lista de espera cuatro mil 442 pacientes por donación cadavérica de riñón, 772 de córnea y 15 de hígado. Mientras que en pediatría, son seis de riñón, nueve de córnea y nueve de hígado.
Pacientes como Priscila de 33 años, lograron seguir con sus proyectos de vida gracias a la donación y cuidado integral de su salud. Cuando tenía 2 años le diagnosticaron insuficiencia renal crónica, fue a la edad de 10 años cuando recibió su primer trasplante renal por donación de un tío materno.
Sin embargo, perdió el órgano por una trombosis venosa que ocasionó el taponamiento de una arteria. Priscila requirió de un segundo trasplante que le fue practicado dos años después por donación cadavérica.
“Después de mi último trasplante empecé a construir una nueva ‘yo’, a partir de contar con un buen estado de salud”Actualmente es licenciada en Ciencias Políticas y continúa con sus actividades de vida. Realiza ejercicio tres veces por semana, visita al nefrólogo cada tres meses y toma un medicamento de control de por vida.
MF