El reglamento para vocación cultural de Paseo Alcalde, listo en dos meses
Se busca que en el espacio de 2.5 km no haya bares ni giros contrarios a las actividades familiares
Para hacer del Paseo Fray Antonio Alcalde un lugar con vocación cultural, a donde turistas y habitantes de Jalisco acudan a pasar el día, el Ayuntamiento de Guadalajara tendrá listo en dos meses un reglamento en el que se especifiquen los tipos de giro que podrán establecerse en el espacio.
Lo anterior se definió durante la reunión de Eduardo Martínez Lomelí, alcalde interino, con el presidente municipal electo, Pablo Lemus, y representantes de la Fundación Fray Antonio Alcalde y del Patronato del Centro Histórico tapatío.
Lomelí adelantó que en dos semanas habrá un nuevo encuentro para conocer los avances de la prestación de servicios, el vocacionamiento, los locales que estarán en el sitio y la propuesta formal como Patrimonio Social.
Resaltó que a lo largo del Paseo hay negocios vacíos que aprovecharán para incluirlos en el vocacionamiento que se decida en el punto.
“Conforme los trabajos se vayan desarrollando, esperamos que por lo menos tres de estos elementos puedan estar en menos de dos meses ya con vigencia para que podamos estar trabajando sobre el vocacionamiento de Paseo Alcalde dentro del Centro de Guadalajara”, dijo.
Por su parte, Lemus destacó que la norma se realizará “para que no quede en los vaivenes políticos y las posibles ocurrencias de funcionarios públicos, sino que todo quede en un marco jurídico adecuado de protección de nuestro patrimonio”.
Buscan que Paseo Alcalde sea Patrimonio Social
Con el fin de que permanezca en las diferentes administraciones el reglamento que le dará al Paseo Alcalde un vocacionamiento cultural, el padre Tomás de Híjar, de la Fundación Fray Antonio Alcalde, solicitó que se le nombre Patrimonio Social.
Resaltó que “esto le daría ocasión y pie para que su vocación sea la cultura y vida familiar y no se corrompa con argumentos que terminan saturando ese perímetro de elementos que pudieran ser adversos con la vida familiar”.
“No se necesitan tantos años para hacerlo, sino voluntad política para provocar que Guadalajara tenga que ofrecer al mundo un corredor cultural que tenga en sus 2.5 kilómetros opciones para la recreación, el humanismo y humanitarismo”, dijo.
En la explanada de los templos que conforman el paseo, como la Catedral y el de Aranzazú, por ejemplo, procurarán presentaciones culturales.
Eduardo Lomelí, presidente interino de Guadalajara, dijo que la propuesta y el nombramiento estén listos en máximo dos meses.
Por su parte, Pablo Lemus, presidente electo de Guadalajara, subrayó que tanto el reglamento como el nombramiento se realizan para evitar que antros, bares y afines se establezcan.
“No queremos que el paseo se convierta en un lugar de micheladas y de alitas, lo que queremos es darle un vocacionamiento cultural, sobre todas las cosas, también histórico y gastronómico. Es decir, si queremos algunos restaurantes que se establezcan sobre el Paseo pero que sean un atractivo para el Centro Histórico”, señaló.