Jalisco

El IMSS opera a 150 al año en Jalisco por obesidad mórbida

A pesar de ser procedimientos que cualquiera puede solicitar, diversas voces hacen énfasis en que no es una solución verdadera, sino parte de esta que debe acompañarse con hábitos saludables 

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Intervenciones a personas con obesidad morbida

Desde su adolescencia, Lilia López padeció de obesidad. En su momento más complicado llegó a pesar 102 kilos; una condición nada sencilla para quien mide menos de 1.60 metros. Pero a pesar de esa situación, ella nunca se sintió mal frente al espejo. Fue hasta que su cuerpo comenzó a sufrir los estragos de su sobrepeso cuando se preocupó.

“Me caía continuamente. Mis pies y rodillas sufrieron las consecuencias”, cuenta.

Actualmente, Lilia pesa 60 kilogramos. Su proceso para bajar de peso comenzó cuando su doctor en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le sugirió formar parte de un programa dedicado a combatir la obesidad mórbida en el país. Tras ser evaluada y practicar dietas y ejercicios, en 2011 fue sometida a un proceso quirúrgico que le permitió regresar a una condición saludable.

Se trata de un programa multidisciplinario en el que actualmente se encuentran mil 560 pacientes que sufrieron o sufren obesidad mórbida.

Miguel Escalante Pulido, jefe de Endocrinología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO), detalla que todos quienes pasan por el proceso de selección no sólo deben hacer dieta y ejercicios, sino evaluaciones psicológicas.

Es después de ese protocolo cuando se les somete a una cirugía bariátrica para adquirir un estado más saludable. En promedio, 150 pacientes, originarios de Jalisco o provenientes de otras regiones del Occidente del país, entran a esa operación cada año.

México es uno de los países con más altos índices de sobrepeso y obesidad a nivel mundial. En 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) lo situó en la segunda posición y sólo fue superado por Estados Unidos.

“Me daba miedo y vergüenza que la gente me viera”

Para Érika Rivera, el sobrepeso fue un problema mayúsculo. No sólo en su aspecto físico, sino en su  salud mental. Llegó a pesar 186 kilogramos y eso le provocó que perdiera la confianza en sí misma.

“Iba a todos lados en coche y no salía (de casa). Me daba miedo y vergüenza que la gente me viera”, recuerda.

"Iba a todos lados en coche y no salía (de casa). Me daba miedoy vergüenza que la gente me viera. En un año subí 60 kilos. Ya me costaba trabajo salira la calle y caminar. Hoy camino por la calle con mi hijo y no me da vergüenza" Érika Rivera, paciente del IMSS Jalisco

Según el endocrinólogo Miguel Escalante Pulido, quien encabeza una clínica multidisciplinaria en el Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) enfocada a combatir la obesidad mórbida, alcanzar tal nivel de sobrepeso puede provocar complicaciones serias a la salud que atacan por igual al cuerpo y a la mente.

Entre las consecuencias destacan trastornos de sueño, enfermedades cardiacas, diabetes, trastornos hormonales, disminución de la libido, afectaciones de autoestima y aislamiento social.

En el caso de Érika, el sobrepeso se interpuso en su deseo de ser madre. Durante 13 años trató de embarazarse, pero los efectos hormonales de su obesidad se lo impidieron. “En un año subí 60 kilos. Ya me costaba trabajo salir a la calle y caminar”. Ella llegó a un punto en el que requería dormir sentada.

El médico de la delegación Jalisco del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señaló que alrededor de 15% de los pacientes no es candidato a la operación porque no logra reunir los requisitos físicos y psicológicos durante el proceso de selección. Sin embargo, señala que una vez que los pacientes son operados, 95% de los casos son exitosos y logran seguir con los cuidados necesarios para mantenerse con un peso adecuado.

Érika entró al protocolo (que dura aproximadamente seis meses) en dos ocasiones. La primera vez fracasó por falta de disciplina, pues la depresión la hacía comer sin control. Tras ser rechazada, decidió intentar una vez más, pues se convenció que debía bajar de peso o las afectaciones podrían llegar incluso a costarle la vida.

Su segundo intento sí fue exitoso. Seis meses después de someterse a un régimen nutricional y de actividad física, Érika logró entrar al quirófano. Su operación fue exitosa y hoy pesa 103 kilogramos menos de los que indicaba la báscula en sus momentos más complicados.

“Ya camino por la calle con mi hijo y no me da vergüenza”, celebra.

Solicite informes

Si usted es derechohabiente del IMSS y cree que es candidato a una intervención para reducir de peso, acuda con su médico de primer contacto y pídale que lo guíe en su protocolo. Él analizará su historial y así podrá comenzar con el proceso. Para más información, llame al teléfono 3668-3000. Tras la operación, los médicos les darán un seguimiento para vigilar que continúe su vida con un estilo más saludable; es decir, con alimentación adecuada y actividad física.

 La lucha de Juan Pedro por deshacerse de 300 kilos 

Juan Pedro, en proceso de recuperación. EL INFORMADOR / E. Barrera

Dos años de tratamiento y una gran determinación lograron que Juan Pedro Franco derrotara a dos fantasmas. El primero: dejar de ser el hombre más obeso del mundo, pues llegó a superar los 600 kilos de peso. Y el segundo: sobrevivir a tres operaciones que, debido a su condición, representaban una dificultad muy alta para los doctores.

En noviembre de 2018, el cirujano bariatra, José Antonio Castañeda, explicó que en el primer procedimiento se le colocó una malla gástrica, en el segundo un bypass gástrico y en el tercero una banda. “Con mucho éxito”.

“En dos años, mediante dos cirugías, logramos que perdiera 300 kilos. Pesando ahorita (a fines del año pasado) 304 kilos, pero se tomó la decisión de una tercera cirugía con banda gástrica con el fin de que pierda 150 kilos que todavía nos afectan en ciertas partes de su evolución”.

El médico afirmó que, cuando Juan Pedro llegue a los 150 kilos, podrá llevar una vida normal. “De hecho ya la lleva porque ahora tenemos a un paciente más sano, que se puede mover solo, se levanta de la cama sin ayuda, camina solo y no depende de oxígeno”. 

Claves: Consecuencias de los malos hábitos

  • Mórbida Se considera que una persona padece obesidad mórbida cuando tiene un índice de masa corporal mayor a 40 kilogramos por metro cuadrado de piel.
  • Enfermedades Los padecimientos cardiacos y la diabetes son las dos principales causas de muerte en Jalisco y en México. Ambas tienen una relación directa con problemas de sobrepeso.
  • Depresión Además de las afectaciones físicas, es común que las personas con problemas serios de obesidad también experimenten conflictos con su autoestima.
  • Ejercicio Para evitar tener problemas de peso, se recomienda realizar al menos 50 minutos de actividad física tres veces a la semana.
  • Hidratación El exceso en el consumo de bebidas azucaradas también contribuye de manera importante a la obesidad, por lo que se recomienda priorizar el consumo de agua natural.

Predisposición genética

Aunque la obesidad en México es un problema que obedece a muchas causas (la mayoría de ellas, desórdenes alimenticios) la nutrióloga de la UdeG, Clío Chávez, y el médico del IMSS, Miguel Escalante Pulido, coinciden en que la genética de la población en México tiene una mayor predisposición a acumular grasa. Esa es una herencia de los pueblos prehispánicos, por lo que en el país hay una mayor vulnerabilidad de desarrollar obesidad. Además, la cultura culinaria en toda la República es bastante rica en carbohidratos.

A pesar de que se sabe que las personas con bajo peso están en riesgo de fracturas, este nuevo análisis sugiere que la obesidad también pone en riesgo a las personas. AFP / ARCHIVO

México, segundo lugar en obesidad 

México, el país de los tacos, los tamales y las tortas, se encuentra en la segunda posición a escala global entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor porcentaje de habitantes con sobrepeso.

Según la OCDE, 32 de cada 100 mexicanos adultos que viven en la República Mexicana tienen problemas de obesidad. Sólo Estados Unidos: el país de las hamburguesas, los hot dogs y el refresco de cola, se encuentra arriba.

De acuerdo con los indicadores de la Organización, 38 de cada 100 estadounidenses tienen sobrepeso. Eso lo ubica en la primera posición de 36 países.

En el otro extremo, los países con el menor índice de obesidad se encuentran en Asia. Japón: país cuya alimentación se basa en pescados, mariscos, arroz y vegetales, está en la última posición del ranking, sólo con 3.7 de cada 100 japoneses.

Corea, que centra su alimentación en arroz, vegetales y carne, es la penúltima posición: sólo 5.3 de cada 100 habitantes de ese país tienen obesidad.

Y aunque en México se han habilitado estrategias para que los ciudadanos se ejerciten y coman de manera saludable, la proyección que hace la OCDE para el país no es favorecedora, pues proyecta que el porcentaje de obesidad aumentará de manera constante en México en los próximos años, de tal forma que alcance 40% en el año 2030.

Los 10 países con mayor sobrepeso de la OCDE

País Porcentaje de obesidad
1. Estados Unidos 38.2
2. México 32.4
3. Nueva Zelanda 30.7
4. Hungría 30
5. Australia 27.9
6. Reino Unido 26.9
7. Canadá 25.8
8. Chile 25.1
9. Finlandia 24.8
10. Alemania 23.6
Las principales causas de obesidad son alimenticias pese a que el factor de genético también juegue un papel importante. EL INFORMADOR / ARCHIVO

¿En qué consiste el procedimiento?

  • Francisco Javier Plascencia, cirujano bariatra en el Centro Médico Nacional de Occidente, explica que los detalles de los procedimientos varían de paciente a paciente, aunque por lo general se trata de dos procedimientos: la cirugía de manga gástrica y el bypass gástrico.
  • La primera de ellas reduce hasta en 75% el volumen del estómago del paciente, mientras que el segundo procedimiento consiste en hacer un puente desde el estómago hacia el intestino delgado, de manera que el paciente absorba una menor cantidad de carbohidratos al ingerir alimento.
  • La intervención inicia 24 horas antes de la intervención, cuando el paciente es hospitalizado, aunque la cirugía realmente dura alrededor de dos horas. Cuando termina, el paciente pasa un día en cama antes de ser dado de alta. Los cuidados posteriores duran aproximadamente un mes; después se considera una recuperación total. 

Voz del experto: Antes que cirugía, urge un cambio de hábitos

Clío Chávez Palencia (nutrióloga y académica de la UdeG)

Las cirugías bariátricas sí son una solución al problema de obesidad mórbida… pero de corto plazo. En la opinión de la experta, sus efectos no serán definitivos si la intervención no va acompañada por un cambio de hábitos en la vida diaria.

“No todo mundo requiere una cirugía. Es un proceso largo y complejo que requiere cambios de estilo de vida post-quirúrgicos”.

Advirtió que las cirugías de ese tipo sólo son recomendables para casos extremos, por lo que a la mayor parte de la población con problemas de obesidad le es suficiente con realizar actividad física y llevar una mejor dieta.

Hizo énfasis en los efectos negativos de las bebidas azucaradas, pues éstas son una de las principales fuentes de exceso de azúcar. Además, recordó que es indispensable que la gente se realice un chequeo de rutina con un nutriólogo una vez al año.

Para una mejor alimentación, recomendó limitar cualquier tipo de alimento procesado y realizar al menos 50 minutos de actividad física tres veces por semana. Finalmente, aconsejó limitar el consumo de carne a 300 gramos a la semana y completar la alimentación con fuentes proteínicas alternativas, como leguminosas y frutos secos. 

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