Jalisco

Alcaldes de la ZMG bajan deudas y aumentan inversión en obras

En los gobiernos de Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco y Tlaquepaque no hay nuevos créditos bancarios, por lo que mejoraron sus finanzas

A diferencia del alza en el endeudamiento de la administración alfarista en el Gobierno de Jalisco, los alcaldes de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) tienen una tendencia positiva y han bajado las deudas con los bancos.

El caso más notable es Guadalajara. En 2020, previo a la llegada de Pablo Lemus a la alcaldía (actualmente tiene licencia), el Ayuntamiento registraba pasivos por mil 566 millones de pesos, pero el año pasado disminuyó a mil 138.8 millones. Es el presidente que redujo más el endeudamiento.

Para dimensionar el saldo a la baja, en 2013, Guadalajara era el más endeudado de México, por arriba de Tijuana y Monterrey (se debían dos mil 573 millones).

En la reducción de las deudas coinciden reformas fiscales, pero también el cumplimiento de las promesas de campaña de los políticos: no contrataron nuevos créditos.

Juan José Frangie también disminuyó los pasivos y el año pasado cerró en 983.5 millones.

Académicos coinciden en que ha sido una solución acertada el que los municipios renegocien las tasas de interés. El economista del ITESO, Ignacio Román, destacó los procesos de renegociación de Ayuntamientos como una vía para disminuir el costo de la deuda en el futuro.

Salvador Zamora (también con licencia) es otro que se distingue en Tlajomulco y bajó casi a la mitad las deudas: el último reporte es de 267.2 millones.

En el caso de Lemus, Frangie y Zamora disminuyeron las deudas e incrementaron la inversión pública de forma inédita. Guadalajara confirmó el año pasado más de cuatro mil millones de pesos, mientras en Zapopan fueron tres mil millones. Y en Tlajomulco, más de 800 millones (sin contar otras obras con presupuesto estatal o federal).

Israel Macías, catedrático de la Universidad Panamericana, remarca que en las administraciones anteriores los municipios habían llegado a un nivel “sin margen de maniobra” y entraron en la necesidad de renegociar sus deudas. “Guadalajara y Zapopan venían de un problema serio de varios años atrás… y ahora a los alcaldes les tocó poner orden”.

Mientras Citlalli Amaya también redujo los pasivos en Tlaquepaque, en Tonalá sólo hay información del año pasado.

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