Destina CEA sólo 2 inspectores para el Santiago, el río más contaminado
Cincuenta organizaciones de la sociedad civil pidieron proteger los cuerpos de agua del país por medio del fortalecimiento de las inspecciones, ya que el promedio de los últimos 20 años ha sido realmente bajo
La Comisión Estatal del Agua (CEA) sólo cuenta con dos inspectores para “apoyar” la supervisión en la cuenca del río Santiago-Guadalajara, el caudal más contaminado del país.
Alrededor de este cuerpo de agua hay nueve mil 282 empresas, de las cuales la mitad genera residuos nocivos para el ambiente natural de este espacio.
Antonio Gómez Reyna, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), afirmó que la CEA no puede evadir su responsabilidad en este sitio. “Es muy cómodo para una dependencia decir ‘no me toca’. Se están echando la bolita como con la macro recomendación”.
Ayer se presentó un posicionamiento firmado por 50 organizaciones civiles de 18 entidades que exigieron fortalecer las inspecciones en cuerpos de agua, pues en los últimos dos años el número de estas acciones “es alarmantemente bajo”.
Empeora la supervisión de cuerpos de agua: colectivos
La Comisión Estatal del Agua (CEA) respondió vía transparencia que, sobre las revisiones al río Santiago, el más contaminado de México, no tiene atribuciones como “autoridad para llevar actos de molestia, iniciar procesos administrativos ni levantar sanción alguna. Toda vez que esas corresponden a los municipios en materia de descarga de aguas residuales, redes de alcantarillado urbano o municipal de conformidad con el Artículo 115 constitucional, y a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como ente competente”.
El investigador del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo de la Universidad de Guadalajara, Antonio Gómez Reyna, recalcó que además no funciona el sistema porque todos se “pasan la bolita”. “Vemos que no hay clausuras masivas de contaminaciones industriales”.
El 6 de febrero de 2015 este medio publicó que en 2017, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sólo emitió cinco sanciones contra empresas que contaminan la cuenca del río Santiago. En 2009, cuando la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) publicó la macro recomendación por la polución en este espacio, se registraron 44 multas.
Miembros de 50 organizaciones de la sociedad civil pidieron -a través de un posicionamiento- proteger los cuerpos de agua del país por medio del fortalecimiento de las inspecciones ya que el promedio de los últimos 20 años ha sido realmente bajo, sobre todo el de los últimos dos años.
“De la Conagua se desprende que 58% de los ríos, arroyos, lagos, lagunas, presas y zonas costeras están en rojo o amarillo en el semáforo de calidad del agua por problemas de contaminación. Si no cambian los niveles de inspección no habrá el cambio que necesitamos”, dijo Cindy Claudia McCulligh, integrante del Colectivo Ecologista Jalisco A.C.
McCulligh subrayó que la nueva norma PROY-NOM-001-SEMARNAT-2017 que se publicó el 5 de enero de 2018 en el Diario Oficial de la Federación, y que reemplazaría a la NOM-001-SEMARNAT-1996, sigue siendo deficiente, principalmente porque no garantiza un control efectivo de los problemas.
Raquel Gutiérrez, del Instituto de Derecho Ambiental A.C, agregó que el proyecto parte como si todos los ríos estuvieran limpios. “Estamos ante una norma que va a seguir funcionando igual, que sigue dando permisos de descarga cuando hay ríos como el Santiago que ya llegaron a su límite, no reconocemos que estamos partiendo de contaminación acumulada en el tiempo”.
Sancionan a Jocotepec por contaminar
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) respondió a una solicitud de transparencia que cuenta con cinco inspectores para verificar que las descargas que las industrias hacen al Lago de Chapala cumplan con la normativa federal. Al respecto, dijo que en 2015 hicieron cuatro visitas y en 2016 ninguna. Acentuó que solamente detectó una industria que cuenta con título de concesión para realizar descargas al lago.
De las cuatro visitas realizadas durante 2015: dos fueron a Jocotepec y dos a Chapala. La Conagua explicó que en Jocotepec se sancionó con una multa de 74 mil 796 pesos en la primera inspección; y con 84 mil 120 pesos en la segunda. Mientras que en Chapala los resultados siguen en proceso.
2. No contempla modificaciones sustantivas en los límites para metales pesados y cianuros vertidos a cuerpos de agua.
3. La inclusión del parámetro toxicidad aguda representa un avance, ya que permite determinar si las descargas de aguas residuales tienen efectos adversos en organismos vivos. Sin embargo el valor propuesto es elevado, se recomienda reducirlo a 1 Unidad de Toxicidad.
-Proponen:
1. Instrumentación de normas específicas para cada sector, en lugar de una norma única de descarga.
2. De seguir con el modelo de descarga única, la Conagua debe emitir permisos que incluyan Condiciones Particulares de Descarga (CPD) que consideren el giro del generador de la descarga así como la contaminación del cuerpo receptor.
3. Fortalecer de forma sustantiva el régimen de inspecciones.
LA VOZ DEL EXPERTO
Laxas, normas para regular contaminantes
Antonio Gómez Reyna (académico de la UdeG)
El investigador del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo de la Universidad de Guadalajara, Antonio Gómez Reyna, reflexionó que la NOM-001-SEMARNAT-1996 es una disposición laxa que permite muchos contaminantes en las descargas de aguas. “En las leyes internacionales no te las permiten, aquí te autorizan, no hay revisiones”.
Gómez Reyna espetó que lo que se pretende hacer con la nueva norma es quitarle el peso a las empresas, como ocurrió con la reforma al Artículo 280 de la Ley General de Salud. “Para usar el contaminante que quieras y que no haya problemas, a nivel mundial hay 12 contaminantes prohibidos, pero en México se fabrica 70% de estos, en el país no existe un control”.
En las modificaciones al Artículo 280 de la Ley General de Salud aprobadas en febrero e indicó que en las normas que emite la Secretaría federal se considere la prohibición progresiva de plaguicidas altamente peligrosos y la transición hacia el uso de sustancias naturales. El académico resaltó que algunas empresas pidieron dos años de “chance” para seguir usando contaminantes.