Critica a independientes con pasado partidista
Juan Ramón de La Fuente resalta que hay aspirantes que no representan esta figura de forma correcta; el ex rector de la UNAM reconoce el trabajo que se ha realizado en el Estado
Juan Ramón de la Fuente, presidente del Instituto Aspen en México, afirmó que quienes aspiran a ser candidatos independientes a la Presidencia de la República no representan la figura como tal.
Resaltó que una gran parte de ellos ya militaba en partidos políticos, los cuales abandonaron para buscar una aspiración personal.
“Creo que esto se ha desvirtuado, porque creo que la ley da espacio para que haya acceso a las candidaturas independientes a personas que sí tienen una militancia reconocida y una trayectoria dentro de ellos y que, simplemente, renuncian a ellos para poder tratar de lograr una candidatura por otra ruta. El espíritu de las candidaturas independientes es que fueran para ciudadanos que no necesariamente han tenido militancia partidista”.
De la Fuente reconoció el trabajo que se ha hecho en Jalisco, en donde, en la elección pasada, Pedro Kumamoto pudo conseguir un espacio en el Congreso local por medio de una candidatura totalmente independiente y que, ahora, busca llegar por esta vía al Senado de la República.
"El espíritu de las candidaturas independientes es que fueran para ciudadanos que no necesariamente han tenido militancia partidista”.
Destacó que quienes desean contender por algún cargo público en las próximas elecciones de 2018 deben basar sus propuestas en estudios reales, hechos por universidades.
“Los temas ahí están, pero lo que está faltando, y ahí es donde creo que pueden entrar las universidades, son los argumentos sustentados, la documentación de los problemas y de las posibles soluciones, partiendo del entendido que nadie va a tener la solución mágica. Pero creo que lo que los ciudadanos queremos es escuchar propuestas más sustentadas en estudios rigurosos”.
El ex rector general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puso como ejemplo la inseguridad que vive el país, la cual sigue avanzando porque los gobernantes no basan sus decisiones en estudios o datos sustentados.