Conoce el pueblo fantasma cerca de Guadalajara con actividad paranormal
En la actualidad, quienes conocen la zona, aseguran que en el pueblo fantasma suceden fenómenos paranormales, que va desde avistamientos extraños o psicofonías
¿Un pueblo fantasma en plena Área Metropolitana de Guadalajara, donde además se asegura que existe actividad paranormal? Sí, se llama Tempisque, una localidad enclavada en la barranca, en la municipio de Zapopan, que atrae la mirada de los curiosos y que vivió una situación particular que lo llevó al olvido.
El Tempisque es una población que en algún momento llegó a albergar a cientos de habitantes, pero hoy en día no queda rastro de ello, y se ha convertido en un pueblo fantasma.
Según reportes, el pueblo El Tempisque fue blanco de la compra de 73 hectáreas por parte de la Comisión Estatal del Agua (CEA) para construir un monorrelleno que albergaría los residuos de la planta de tratamiento, a unos metros de la presa hidroeléctrica Valentín Gómez Farías, en la colonia Mesa Colorada del municipio zapopano.
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La comunidad indígena de Mezquitán, al que pertenecía este sitio ubicado a 9.1 kilómetros de Zapopan, tuvo una reacción polarizada; la mayoría no tuvo problema en desalojar la zona, también motivados por los rumores de lo que significaría permanecer en la zona con los posibles efectos nocivos en la salud debido a la contaminación, otros, sí se opusieron a retirarse del lugar, que finalmente han ido abandonando por las pocas oportunidades laborales y sociales que existen tras la migración de varias familias.
En la actualidad, quienes conocen la zona, aseguran que en el pueblo fantasma suceden fenómenos paranormales, que va desde avistamientos extraños o psicofonías, que no tienen explicación racional, y que se enmarcan muy bien en las ruinas de lo que fue un poblado habitado por personas y que ahora permanece en completo abandono, en postales dignas de una película de terror.
El Tempisque tenía bellos paisajes y contaba con infraestructura que más o menos colaboraba a las personas a llevar una vida común, como escuela, iglesia y pequeños comercios. Hoy, sólo quedaron ruinas, porque los habitantes se llevaron puertas y ventanas cuando desalojaron sus casas, lo que le aún más la imagen de un pueblo fantasma.
Al sitio se puede llegar viajando por la Carretera a Saltillo, pasando el Balneario Los Camachos. Justo a la entrada a San Isidro, se encuentra este misterioso pueblo.
OA