Jalisco

Las cosas más raras que han ocurrido en Guadalajara cuando llueve

El Tren Ligero inundado, granizadas históricas y elefantes caídos; un recuento de los sucesos más peculiares que las lluvias han dejado en nuestra ciudad

Las lluvias en Guadalajara no conocen puntos medios. O llovizna apenas, en breves tempestades incómodas que ni siquiera sacuden la melancolía de nadie, o se desempiedra el cielo en un estrépito de fin del mundo que sume a la ciudad entera en el caos, y que vuelve a la vida invivible. 

Cuando llueve en Guadalajara los tapatíos saben que será difícil llegar a casa, que el transporte público no pasará o que vendrá saturado, que las calles estarán inundadas y que ciertas zonas -como en Plaza del Sol-, se convertirán en ciénagas; que sentiremos los calcetines chapaleando como si tuviéramos un océano dentro del zapato, que los semáforos responderán a una lógica incomprensible, y que habrá choques inexplicables en López Mateos, en la Calzada Independencia, en Periférico, en todas partes.

Imágenes cotidianas en cualquier ocasión que llueve en Guadalajara. EL INFORMADOR/ ARCHIVO
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Los tapatíos saben también que en ocasiones especialmente álgidas, la lluvia representa también un asunto de vida o muerte. Con coladeras y alcantarillas abiertas como hocicos de coyote, calles convertidas en torrentes de lodo y ramas despedazadas, autos arrastrados por la corriente, fraccionamientos que se convierten en lagunas y lo pierden todo, tuberías regurgitando excrementos, personas desaparecidas a las que se lleva el agua, desgracias y fallecidos, a veces la lluvia en Guadalajara se tiene que sobrevivir. 

Pero también la lluvia ha traído consigo sucesos que sobrepasan la comedia, la tragedia y la vida misma, y que más bien parecen un asunto de la magia, lo ridículo, y hasta la ficción. Estas son algunas de las muchas cosas tan extrañas que ha dejado la lluvia en Guadalajara, y que se quedaron para siempre en el imaginario tapatío. 

1- La inundación del Tren Ligero 

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El 10 de junio del 2018, una lluvia catastrófica sacudió Guadalajara. Llovió tanto, y tan intenso, que las vías del Tren Ligero, a la altura de la estación Dermatológico, quedaron inundadas.

Los vagones se quedaron atascados en el agua, y los pasajeros no tuvieron más remedio que nadar para salir de aquel atolladero. Desde la calle, las personas arrojaron salvavidas e incluso tablas de surf para que la gente pudiera escapar de los vagones inundados.  

2- La granizada histórica

EL INFORMADOR/ ARCHIVO
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El 30 de junio del 2019, el cielo se desbordó en una granizada inusual que dejó varias zonas de Guadalajara cubierta bajo capas de hielo. Los tapatíos despertaron con las calles tapizadas de un manto blanco que inmovilizó avenidas, generó atascos y lodazales, y que puso en jaque a las autoridades locales.

El Informador, en su momento, reportó 1.5 metros de hielo en las avenidas principales de la zona metropolitana de la ciudad. 

3- El naufragio del tinaco

Durante las lluvias del pasado 19 de agosto del año en curso, una lluvia intensa desordenó, como siempre, la zona de Mariano Otero y Plaza del Sol. Las calles quedaron inundadas, pero lo que nadie esperó nunca fue ver un tinaco gigantesco navegando a través del cauce turbio de la avenida, siguiendo un trayecto insospechado, y chocando con los vehículos que se le atravesaban en su paso.

Intransigente, se impactó de frente con un camión, se saltó los semáforos y los camellones, siguió y los conductores horrorizados maniobraban de cualquier modo para esquivarlo, hasta que aquel bólido silencioso se perdió para siempre en el río de un solo día de Mariano Otero. 

La caída del elefante

EL INFORMADOR/ ARCHIVO

"El icónico elefante del Centro Magno de Guadalajara fue encontrado fuera de su lugar y con las patas al cielo, después de los fuertes vientos y lluvias que azotaron la ciudad en la madrugada de este sábado 22 de julio".

Así lo reportó El Informador, cuando, tras una fuerte tormenta nocturna que casi alcanzó los 100 km por hora, el icónico elefante del Centro Magno se desprendió de su sitio, y terminó patas arriba en una imagen que sacudió a las redes sociales. 

5- La melodía del Titanic en Plaza Patria

Plaza Patria es un lugar recurrente de inundaciones. Las tiendas, locales y escaparates suelen verse cubiertos de aguas ante cualquier lluvia que supere la media aceptable para nuestras calles, e incluso aparecen cascadas repentinas.

No obstante, hubo una ocasión especial en la que, mientras la plaza comenzaba a cubrirse de agua, unos músicos ingeniosos decidieron tocar la icónica melodía "My Heart Will Go On", del Titanic, lo que convirtió en comedia la realidad de la ciudad pésimamente urbanizada.

6- El Kayac de Polanco, y el nadador desconocido

Entre otros sucesos memorables que dejaron las lluvias en Guadalajara, y que se inmortalizaron en redes, se recuerda el del kayakista de Polanco, que sin importarle que su calle de todos los días estuviese inundada recurrió a su ingenio, y se puso a navegar a través de su colonia.

En otra lluvia del pasado, un nadador desconocido, motivado por la inspiración, mostró al mundo entero sus habilidades de natación, y deleitó a los peatones atascados en los andenes del macrobús, desafiando a la corriente impenitente de la Calzada Independencia. 

Estas son solo algunas de las cosas que la lluvia ha dejado, y que seguirá dejando cada temporal cuando convierte en mares, ríos y lagunas las calles de Guadalajara. 

FS

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