Jalisco

Carmen, la señora bonita de las nueve esquinas

La labor de Carmen abarca más allá de los cuatro lugares de estacionamiento que cuida; nos habla de la vida, el arte y las personas que han transformado su barrio con el paso de los años

En las Nueve Esquinas el letrero del cine Tonallán vive sus últimos días. Se encuentra desvencijado, y por la falta de letras hay que adivinar que ahí alguna vez fue el cine Tonallan. Los recuerdos van cayendo poco a poco para reconocer que de niña asistí con mis papás a ver el estreno de “El profe” de Cantinflas. La nostalgia exige que me detenga y da la orden para que frene la bici para recordar aquellos tiempos de las salas de cine en Guadalajara. En la parte lateral del cinematógrafo se proyecta una nueva creación. Un impresionante mural de tamaño descomunal le da vida al viejo edificio en el que solo habita un perro solitario. Es una obra de arte urbano, sin duda de las mejores que he visto en mi vida. Parece una ciudad fantástica. Es algo surrealista. Veo ojos con venas rojas (como de “pachecos”) saliendo de unas torres parecidas a las de babel. Veo ventanas. Veo muchos penes. La traza es impecable, saturada de líneas que dan la sensación de un eterno laberinto. Es una obra muy puntillosa. Los tonos son pasteles: amarillo, verde, rosa azul y lila, conteniendo infinitas líneas y puntos. Me quedo atónita, aunque es difícil descifrar lo que estamos viendo.

Arte. El mural del extinto cine Tonallan tiene trazos bien definidos el cual expresa el dolor y sufrimiento de quienes lo realizaron. EL INFORMADOR / F. Atalino

-“Eso lo pintaron unos jóvenes que sufrieron mucho. Ese muro fue una manera de manifestar su dolor”-. La voz viene de una mujer sentada en la banqueta de enfrente sobre un valde blanco. Ella está bien peinada. Viste combinada de azul de la camiseta hasta los tenis. Sus uñas lucen muy bien pintadas con esmalte plateado. -Es impresionante (le respondo). Ella continúa como si fuera la guía de un museo de arte. -“Fíjate bien en la perfección de las líneas. Están hechas con mucho cuidado. No ves ninguna ralla chorreada. Lo hicieron con puro aerosol. Estos jóvenes salieron de un infierno y este mural manifiesta la manera en que lograron escapar de su infierno. Fíjate cómo están pintadas las ataduras en los pies. Porque ellos se sentían atados a su sufrimiento. Ese sufrimiento que dejan las drogas. Ellos salieron de ese infierno pintando este mural y en él expresan lo que vivieron. Por eso están las manos deshaciendo los enredos. ¿Ves las barcas? (apenas logro identificarlas saliendo de las torres de babel). Dos de sus amigos murieron en unas lanchas. Mira como en la cúspide está una antena donde se estrelló un ovni. Ellos se habían quedado arriba. Duraron años haciendo este mural y ello les ayudó a recuperarse”-.

Le pregunto que si ella los conoció. Y me responde: “mira a quien está dedicado”. Debajo de la cornisa del cine se encuentra otro mural urbano donde dice “Carmen Señora Bonita”.

-“Esa soy yo. Me lo dedicaron. Yo siempre estoy aquí enfrente. Me dedico a cuidar que se estacionen los carros. Solo cuido cuatro lugares. Aquí me hace compañía el árbol, soy amiga de esa perrita que vive hambrienta y platico con la gente. Soy viene-viene. Prefiero estar aquí que encerrada en mi casa. Vengo diario, pero eso sí, siempre vengo bien arreglada. Porque ser viene-viene no me quita ni dignidad ni el gusto de ser bonita ¿a poco no? Antes era maestra, pero me cansé de estar encerrada lejos de la naturaleza. Vivo a dos cuadras. Hace poco vinieron a filmar una producción aquí. Cerraron las calles. Traían un equipazo. Me pidieron que posara y yo les hice un saludo y me tomaron una foto y me dieron mil quinientos pesos. Yo no he visto el documental, pero ya me dijeron que lo vieron. Y creo que pronto se estrenará en el cine”-.

Dedicatoria. Bajo el enorme mural se encuentra el sello de quienes agradecen a Carmen, quien sin duda es un emblema de este lugar. EL INFORMADOR / F. Atalino

El inmueble del cine ya fue comprado por un señor llamado Chuy Manzanares. Es un pastor de una iglesia cristiana. Carmen lo conoce pues ella asiste al templo ubicado en el antiguo cine Azteca donde él es predicador. Dice que son muy bonitos los servicios y que aunque no se habla de la Virgen María, sí se reconoce su valor. Aunque añade: “lo que no se puede es darle culto a los santos”. Le pregunto si cuando conviertan el cine en templo borrarán el mural. Y dice “mmm espero que no. ¿Pero quien sabe verdad? Pos va a ser un lugar de Dios. Quizá no lo hagan, pero quizá sí. Creo que podemos convencerlos de que no lo borren. A mí me dijeron que no me quitarán de aquí sino que prometieron que tendré más trabajo”.

Carmen señora bonita saluda a una transexual que se ve regresa de su trabajo nocturno. Le chifla y la saluda -¿Que no me vas a convidar una Coca? -Sí Señora bonita, al rato se la traigo.

Carmen es testigo del pasar del tiempo de su barrio: las Nueve Esquinas. Recuerda cuando Óscar García Manzano arregló el barrio y puso en marcha un restaurant para el cual trajeron todo de España. “Yo solo entré una vez, no era para nosotros, era muy caro”. A Carmen no se le olvida que además de arreglar las calles y las fachadas quería adueñarse de la zona. Y comenta: “tenía un casino abajo. Quería hacerlo como Las Vegas. Gracias a eso logramos correrlo y nosotros ganamos la lucha y recuperamos el barrio”. Le pregunto si conoció a Rosalía la cubana, quien también tenía un bar a pocas cuadras de su casa. Y recuerda cantaba muy bien, pero no dejaba dormir. Era muy ruidosa. Ahora ya se fue y dejó al marido sin nada y puso su bar allá por la zona de Plaza del Sol. También le pregunté sobre El Puente de las Damas que acaban de recuperar como un vestigio de lo que queda de la historia del Siglo XVII. El Puente de las Damas fue construido para que durante las lluvias pudieran cruzar las trabajadoras domésticas que venían del barrio de Mexicaltzingo a trabajar a las casonas de las damas. Pero a ella lo que le tocó vivir fue el deterioro. Nos platica que había un baldío donde dormían familias enteras de gente sin casa. Ahí habitan muchos muertos. Tuvieron que escavar y sacar mucha mugre, mucha pestilencia. Los trabajadores le platicaron que cuando bajaban había toda una ciudad habitada por las ánimas de los muertos y que era una experiencia terrible lo que quedó ahí soterrado.

Carmen no solo es un testigo de pasar del tiempo de las calles que resguardan las Nueve Esquinas. Es también una tejedora de la vida barrial donde confluyen saludos, encuentros y pláticas de quienes la habitan y practican. No solo por su cuidada apariencia y su altiva personalidad merece ser llamada Carmen Señora bonita.

*Renee de la Torre es Investigadora de CIESAS y cronista de Guadalajara.

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De conformidad al DERECHO DE RÉPLICA ejercido por la C. SILVIA GEORGINA GONZALEZ PARAMO y el C. MIGUEL GONZALEZ PARAMO, se señala lo siguiente:

Aclaración respecto de la nota publicada el pasado 12 de mayo del 2019 titulada “Carmen, la Señora bonita de las nueve esquinas” publicada por este diario.

En la nota se habla respecto del cine ubicado en la zona de Las Nueve Esquinas conocido como “El Cine Tonallán” del cual se menciona que ha sido comprado por una persona de nombre Chuy Manzanares perteneciente a la iglesia cristiana, es de suma importancia para nosotros aclarar que dicho inmueble no ha sido vendido a persona alguna.

Que el propietario del lugar era nuestro fallecido padre el Sr. Fernando González Higareda, y hoy en día dicho inmueble pertenece a los herederos, quienes hasta la fecha no han realizado ninguna operación de compra-venta del multimencionado lugar.

Lo anterior es de interés aclararlo por las consecuencias legales que podrían traer consigo dichas aseveraciones, tanto para el supuesto nuevo dueño, como para nosotros como actuales propietarios.

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