Baja afluencia en la Nueva Central Camionera
A pesar de ser temporada alta, trabajadores y taxistas sufren las consecuencias de la pandemia
Ir a la Nueva Central Camionera a unos días o semanas de Navidad y Año Nuevo era tortuoso, pues entre los pasillos llenos de gente y los caminos llenos de coches era muy difícil ingresar. Pero no en el año que llegó al mundo la pandemia de COVID-19.
Esto también lo han notado los trabajadores de la Central y los taxistas que buscan pasaje en sus proximidades
"En estas fechas, antes, no se podía ni pasar. Hoy no se ve casi gente. Hay veces que no se ve nada adentro (en la terminal). No hay comparación de nada, no podíamos ni entrar y también hay muchos autobuses parados. Nosotros nos cansamos de estar aquí", compartió Pedro, quien se dedica a llevar maletas.
Ricardo, quien es compañero de Pedro, detalló que como maleteros ganan de la propina de la gente, pues son jubilados, y que este año no hacen los mismos viajes que en otros.
"Se veían bolas y bolas y bolas de gente. Ahora parece que solo echan la mitad del pasaje a los camiones. Antes todo el turno (de seis de la mañana a dos de la tarde) teníamos viajes, aunque sea de a poquito, ahora apenas llega gente. Quien sabe si más adelante se controle", subrayó.
Los taxistas también lo han resentido. Según comentó Juan, taxista de la zona, hacen hasta 40% menos viajes por turno de 12 horas.
"Este año ha sido complicado. A comparación con otros, es realmente triste. Hago entre dos y tres vueltas, más o menos la mitad de antes. Pero hay que echarle ganas, esperemos que el próximo año sea mejor", dijo Oscar Hernández, también taxista.
José Ruiz, su compañero, agregó: "la situación por la que pasamos nos ha afectado a todos y esto no se podía quedar fuera. Las vacaciones, por más que queramos salir, no se pueden. Y si no hay pasaje, no hay dinero. Ahorita en temporada alta hacemos cuatro viajes, antes unas seis o más vueltas".
Resaltó que la temporada alta, en la que los pasillos se convertían en un mar de gente y de carros que los recogían, comenzaba desde que los niños salían de clases. Pero en tiempos de pandemia no se nota.
"Ahorita solo queda pedirle a Dios que se arregle esto, porque apenas sacamos para vivir al día", finalizó.