Asaltan a "pollero" y lo matan en un velorio en Tonalá
La víctima, de 30 años, persiguió a los ladrones después de entregarles el dinero, pero éstos dispararon y le dieron en la cabeza; los culpables lograron escapar
La señora Cecilia estaba en su casa en la colonia El Rosario, en el municipio de Tonalá, cuando escuchó varios disparos; después, un escándalo que la llevó a asomarse para descubrir que al lado habían matado a César, el de los pollos, justo donde velaban a doña Lucía, la vecina que había fallecido de cáncer de mama un día antes.
Fue por la mañana cuando el pollero se hallaba en su negocio en la calle Reforma, cuando varios sujetos empistolados llegaron a robarlo. El joven, de unos 30 años, les entregó el dinero y estos se echaron a correr hacia la calle Francisco I. Madero.
Sin embargo, algo motivó a César a ir detrás de ellos y empezó a perseguir a los ladrones, que doblaron a la izquierda a la calle Sánchez Román. A unos 50 metros de la esquina, detrás del templo de Nuestra Señora del Rosario, velaban a doña Lucía.
“Dos se subieron a una camioneta, pero uno se tropezó ahí en medio del velorio, entonces lo empezaron a agarrar a golpes, él (César) ya lo tenía sometido”, comentó un testigo.
Sin embargo, los criminales decidieron regresar por el ladrón y comenzaron a disparar desde lo lejos hacia la multitud con armas calibre 40 y 9 milímetros. Unos ocho disparos, de los cuales uno acertó justo en el cráneo al comerciante.
Los criminales rescataron a su cómplice y escaparon, sin dejar a nadie más lesionado, en una JeepLiberty arena, que según otro testigo era conducida por una mujer güera.
“A veces es mejor dejar lo material, por unos cuantos centavos, ¿cuánto pudo haber tenido de vender unos pollos? Y vea, ya cómo dejó a la pobre familia”, comentó la vecina que miraba hacia los deudos, que lloraban la muerte de César.
Según comentaban, los asaltantes ya han atracado varios negocios y casas habitación en esa zona, aprovechando que hay poca vigilancia de las autoridades. Incluso un familiar molesto exigió la renuncia del fiscal, Gerardo Octavio Solís. “¿Pa' qué sirve?”, se quejó.
GC