Aguantan helada inusual en Jalostotitlán
El frente frío de los últimos días ha provocado temperaturas de hasta cuatro grados bajo cero
Mañana del 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe. Como en todos lados las campanadas llaman desde temprano a misa, pero en Jalostotitlán cuesta más trabajo atender, pues el frente frío de los últimos días ha provocado temperaturas de hasta cuatro grados bajo cero. Mas la devoción manda, así que envueltos en capas de chamarras, suéteres, camisas, bufandas y sombreros, salieron por la mañana de este martes entre una helada que hace años no sentían.
De la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción comenzaban a salir los feligreses cruzados de brazos y con ropas abultadas. A pasos lentos salió María Guadalupe Ramírez, quien contó que la temperatura se desplomó desde la noche del viernes al pasar de frío a más frío, muy frío y frío extremo.
"Estábamos en 'Jalos' en nuestra casa y todos mis hermanos decían, 'está más frío', y 'está más frío' y 'va a estar a menos dos grados', y sí, sí estuvo a menos dos grados. Estuvo muy frío, demasiado frío para nuestro clima de aquí".
Lo curioso que justo la mañana del pasado sábado se cumplieron dos décadas de que nevó en Guadalajara, y no se diga en Jalostotitlán, experiencia a la que se acercaron. "En el rancho el Peñón amaneció el sábado aguanieve, lo que nunca, bueno, hace veinte años, el día 13 de diciembre del 97, hace 20 años cayó algo así de nieve. Ahora otra vez en la misma fecha".
Más caucásico de lo común, su sobrino Osiel Durán castañeteaba los dientes con las manos metidas en la chamarra. Había venido de vacaciones desde Anchorage, en Alaska, pues esperaba pasar unos días cálidos.
"El frío... está haciendo más frío aquí en 'Jalos' que en Anchorage, y la verdad que aquí no está tan equipado el pueblo como para este tipo de frío, las tuberías se empiezan a congelar y todo y pues la verdad estoy sorprendido que esté a la misma temperatura o menos que allá".
Sin calefacción, chimeneas o acondicionamiento en viviendas para protegerse del inclemente clima, Osiel se las tiene que ingeniar mientras llega una onda de calor. "Lo único que hay son cobijas y chamarras, no se puede hacer más".
Aunque este martes el termómetro marcaba dos grados celsius, el frío aún calaba en las manos, cachetes y toda parte descubierta.
Hacia las 8:30 la plaza de La Asunción era un conglomerado de pobladores estáticos instalados donde les pegara el sol. Sólo el vapor que salía de sus bocas o los sorbos que daban a sus vasos de café daban cuenta de que se movían.
La señora Silvia era una de ellas. Coincidió con sus vecinos que no todo el tiempo es igual. "Apenas empezó, tenemos este año nada más, ahorita sí está haciendo muchísimo frío. Nos ponemos guantes, sudaderas, tres cuatro sudaderas para que no nos dé el frío. Todo el día está haciendo aire, casi como a la una empieza a calentar el solecito".
Y mientras llegaba la una, don Antonio Alatorre —quien aseguró hacer la birria más sabrosa del pueblo pero sólo los domingos porque entre semana no hay clientes— parecía actor ambulante, inmóvil en una de las esquinas del parque. Él confesó que ahí se quedaba sólo para agarrar el solecito, al igual que el resto. "¿Qué más hacemos?".