Académicos proponen reformar Plan de Manejo de La Primavera
Buscarán impulsar temas de protección y manejo del bosque así como el desarrollo de la rentabilidad económica
El plan de manejo del Bosque La Primavera tiene dos décadas sin actualizarse, por lo que académicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG) propusieron la reformación del mismo bajo tres estrategias principales: innovación de criterios de protección y manejo del Bosque, explorar y desarrollar la rentabilidad económica y fortalecer la rentabilidad cultural de la población.
Todo desde la base del ordenamiento ecológico territorial, que podría estar listo en un año.
En este sentido, Miguel Magaña Virgen, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), resaltó que, principalmente, las personas están generando el daño en el Bosque y que, para hacer la actualización, primero se requiere de un diagnóstico.
Sin embargo, este se debe hacer en conjunto con propietarios de tierras, usuarios, expertos y autoridades, y no de manera unilateral.
“El principal problema es cómo la ciudad trata al bosque y lo que se dice que se hace y no se hace. Esto es una consecuencia del manejo inadecuado, insuficiente, que se ha dado al Bosque. Se ha permitido que se vaya asfixiando desde el punto de vista urbano, el cambio de uso de suelo, la falta de atención económica, la falta de voluntad política, son parte de los conflictos que tiene el bosque”, señaló Magaña.
Además, junto con Hermes Ulises Ramírez Sánchez, director del Instituto de Astronomía y Meteorología del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), señalaron que la mejor manera de resguardar el Bosque no es expropiar las tierras ni cerrar entradas, sino contribuir y ejecutar el plan pero también poner en práctica las políticas que ya existen: “Ya basta de planear sin ser efectivos”, sentenció Ramírez.
También, el meteorólogo detalló que algunas de las consecuencias del deterioro de La Primavera es la mala calidad del aire, la poca cantidad de agua que puede almacenar, pues alimenta el principal acuífero del Estado (Toluquilla) y la pérdida de especies. Aunque los siniestros también son consecuencia de la temporada de estiaje
Gerardo Alberto González Cuevas, también investigador del CUCBA, explicó que a pesar de que la gente tiene buenas intenciones al querer ayudar en incendios activos, si no hay un entrenamiento previo no se recomienda.
Por otra parte, ante la euforia de la reforestación, González recomendó dar un tiempo razonable después de los incendios para saber si el suelo no cambió y, entonces, plantar especies nativas, no cualquiera: “El Organismo Público Descentralizado (OPD) debe tener su propio vivero propagando las especies con las semillas del bosque”, dijo.
NM