Abusan de bolardos en obras; alistan regulación
Autoridades y proyectistas admiten la proliferación desordenada de este tipo de dispositivos; prevén norma técnica en cinco meses
Debido a que los bolardos han sido instalados sin un criterio rector en toda la ciudad, para proteger al peatón y ciclista, el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) conformará en julio un grupo de trabajo con los ayuntamientos y autoridades estatales para generar una norma técnica que defina los lineamientos para colocarlos.
Tras solicitarse información a los gobiernos del Estado y Guadalajara, se concluyó que ni siquiera hay un censo de estos dispositivos. Lo que sí hay, según las autoridades, es una anarquía o abuso por la forma en que se instalan. Sin reglas.
El primer paso, a decir del titular del Instituto, Mario Silva, es el mapeo del mobiliario en el sistema de información y gestión metropolitana (SIGmetro). “No sólo bolardos, se debe abrir a otro tipo de infraestructura como cruceros seguros, semáforos y puentes peatonales”.
Tras confirmar la “bolarditis” en la metrópoli, esta casa editorial realizó un ejercicio de debate con autoridades, en el que coincidieron en la necesidad de establecer una regulación. “Es necesaria una normatividad que establezca criterios para que las intervenciones tengan un referente del tipo de bolardo, de espaciamiento, de aplicaciones, cuándo se pone en una esquina o como un elemento separador o para confinar un espacio de protección como MiBici”, remarca Mario Córdova, al frente del Instituto de Movilidad del Estado.
Según el Imeplan, los bolardos deben cumplir con una función de protección al peatonal y ciclista; sin embargo, los criterios estéticos también deben reglamentarse, pues no existe una disposición normativa que indique a qué distancia ponerlos, en qué zonas o casos deben instalarse, y las características que deben cumplir para brindar seguridad.
“La prioridad de los bolardos en una norma técnica tiene que ser su función prioritaria de protección peatonal y ciclista”, enfatiza Silva, quien acentúa que la norma técnica podría estar lista dentro de cinco meses.
Por ahora, la única referencia es el Manual de lineamientos y estándares para vías peatonales y ciclovías, de 2010, que describe a los bolardos como elementos verticales cortos que se utilizan para evitar el paso de vehículos en áreas peatonales, banquetas o andadores. La recomendación es colocarlos a una distancia mínima de 1.20 metros para permitir la circulación de sillas de ruedas, pero en cada municipio se instalan a su criterio.
En tanto, Ricardo Agraz, director de Proyectos del Espacio Público de Guadalajara, precisa: “Habría que meterlos a norma, hacer una auditoría de bolardos y corregir los que están mal”.