WikiLeaks revela información sobre ataque químico en Siria
Según la organización internacional, un funcionario de la OPAQ ordenó la eliminación de un informe que negaba el ataque
Un funcionario de alto rango de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ordenó la eliminación de un informe que negaba un ataque químico ocurrido en la ciudad siria de Duma, en abril del año pasado, reveló hoy WikiLeaks.
En abril del 2018, equipos médicos y de rescate en Siria reportaron la muerte de 50 personas y 500 heridos por químicos tóxicos supuestamente lanzados durante un ataque ejecutado por fuerzas leales al presidente Basharal-Assad. El gobierno sirio y ruso afirmaron que el evento fue “un montaje”.
Un equipo de la OPAQ determinó tras una investigación que sí se usó gas cloro contra la localidad siria. El gobierno sirio dijo que ese informe estaba “lleno de mentiras flagrantes” en marzo del presente.
Dentro de los cuatro documentos filtrados este viernes por WikiLeaks se encuentra “un correo electrónico de Sebastien Braha, Jefe de Gabinete de la OPAQ, donde indica que un informe de ingeniería de Ian Henderson debe eliminarse del registro seguro de la organización”, se lee en comunicado de la organización.
Ese informe incluía que “dos cilindros que se encontraron en el sitio del presunto ataque” probablemente ”fueron colocados manualmente allí” y no “arrojados desde un avión o helicóptero desde alturas considerables”.
También revelaron que aunque el personal de la OPAQ sostuvo conversaciones para validar mediante exhumaciones que las víctimas fueron expuestos a cloro y otro gas, no se realizaron y durante las "observaciones [..] no había correlación entre los síntomas (de las víctimas) y la exposición al cloro".
Anteriormente, WikiLeaks había difundido que los agentes de la misión, nunca estuvieron realmente en Siria pues incluso el hospital regional de Duma niega haber tratado personas afectadas.
El gas cloro puede causar enrojecimiento, ardor, comezón y si se inhala por una larga exposición, daña los ojos y las vías respiratorias, de acuerdo con la Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (ATSD).
AC