Internacional

Consejo Nacional Electoral declara ganador a Maduro; la oposición denuncia irregularidades

El CNE indicó que Maduro obtuvo un 51,20% de los votos con el 80% de las mesas escrutadas

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela anunció que el presidente Nicolás Maduro es el ganador de las elecciones del domingo, pese a las denuncias de la oposición de irregularidades en el proceso de conteo. El mandatario se jugaba su reelección y la continuidad de un proyecto político autoproclamado como socialista que inició el fallecido Hugo Chávez hace 25 años.

El CNE indicó que Maduro obtuvo un 51,20% de los votos con el 80% de las mesas escrutadas, en el que fue el mayor desafío electoral desde su llegada al poder hace 11 años con Edmundo González como rival representando la candidatura unida de la oposición.

El aspirante opositor quedó con 44,2% del respaldo popular, según los datos difundidos por Elvis Amoroso, presidente del CNE, que atribuyó el retraso en la comunicación de resultados que tuvo que "solventar una agresión" al proceso electoral. No dio más detalles sobre ese punto. También indicó que la participación fue del 59%.

Los venezolanos aguardaron ansiosos por varias horas los resultados, cuando la exlegisladora Delcy Solórzano, representante nacional de la coalición opositora ante la autoridad electoral, denunció sin mostrar pruebas que el CNE había "paralizado la transmisión de actas" y que en una "importante cantidad de centro de votación" se estaba retirando a sus testigos para el conteo de votos.

Poco después, Omar Barboza, secretario ejecutivo de la principal coalición opositora, aseguró que la oposición había recopilado actas de votación oficiales del 30% de las mesas de votación. "No debería tener dudas si se quiere actuar con la verdad y reconociendo la voluntad popular", dijo.

Entre tanto, simpatizantes del oficialismo se congregaron frente al palacio presidencial de Miraflores donde había un ambiente festivo antes incluso de conocerse los resultados.

También el jefe de campaña del presidente Nicolás Maduro y jefe de la Asamblea Nacional de mayoría abrumadora del oficialismo, se mostró confiado que los comicios presidenciales iban a ser favorables para el oficialismo horas antes de que la autoridad electoral anunciara datos del conteo.

Durante la jornada, después de la hora prevista del cierre de urnas y sin que hubiera un anuncio oficial de que había terminado la votación, hubo roces entre seguidores del oficialismo y de la oposición a las afueras de algunos centros de votación.

Sin embargo, el ministro de Defensa, el general en jefe Vladimir Padrino López, afirmó que se vivió una jornada electoral "en perfecto orden, en perfecta paz".

Apuntó, además, que "el pueblo venezolano se abre hacia una nueva etapa" donde prime el civismo.

El ministro de Relaciones Interiores, el almirante en jefe Remigio Ceballos, desestimó los incidentes, resaltando que fueron "minúsculos" y no afectaron el desarrollo de la elección.

Filas de electores estuvieron apostadas a las puertas de los centros de votación en la capital venezolana y en otras partes del país horas antes de que abrieran las urnas a las 6:00 de la mañana. Algunos votantes se fueron aglomerando incluso desde la noche del sábado, en una muestra de la importancia para el futuro del país de las elecciones.

Maduro fue uno de los primeros en votar y llamó a sus rivales a respetar los resultados. "Nadie va a llevar a Venezuela al caos. Yo soy Nicolás Maduro Moros, presidente-pueblo, y reconozco y reconoceré al árbitro electoral, los boletines oficiales y haré que se respeten", dijo.

La popularidad de Maduro se ha desgastado tras una crisis social y económica que en la última década aumentó la pobreza, el hambre, el costo de vida y que empujó a más de 7,7 millones de venezolanos a migrar en busca de mejores condiciones. Aunque ha pasado lo peor de la crisis, que hace años provocó una importante escasez de alimentos, la gente aún enfrenta dificultades para cubrir sus necesidades.

Venezuela tiene las mayores reservas probadas de crudo del mundo, pero su producción fue en declive en los últimos años, en parte debido a la mala gestión del gobierno, la corrupción en la empresa petrolera estatal y las sanciones comerciales.

En 2018, tras una reelección de Maduro que Estados Unidos y otros países calificaron de ilegítima, el entonces gobierno de Donald Trump impuso sanciones al gobierno venezolano, lo cual sólo profundizó la crisis.

Las elecciones coincidieron con el que sería el cumpleaños 70 del expresidente Hugo Chávez, el histórico líder que falleció de cáncer en 2013 dejando en Maduro las riendas de la que llamó la revolución bolivariana.

Los más de 21,3 millones de venezolanos facultados para votar el domingo estaban llamados a elegir entre los rostros que aparecían en la boleta — el de Maduro se repetía 13 veces — con la idea de si quieren revalidar el cuarto de siglo de gobiernos autoproclamados socialistas que inició Chávez o tomar un nuevo rumbo ante las promesas de "libertad" y cambio de la coalición opositora.

A diferencia de las dos anteriores elecciones (2013 y 2018), Maduro enfrentaba el domingo el mayor desafío del partido de gobierno desde 1999. El mandatario y sus aliados buscaban mantener el control de todas las ramas del poder por al menos seis años más, en momentos en que su base luce dividida, disminuida y decepcionada, según algunos analistas.

La oposición, que aspiraba a capitalizar el descontento de muchos venezolanos hastiados de la situación social y económica, enfrentó diversos obstáculos durante la campaña. El principal fue la imposibilidad de que la exlegisladora María Corina Machado se registrara como la candidata de unidad, luego de que las autoridades judiciales la inhabilitaran por 15 años. Sin embargo, ella se volvió en la fuerza motriz detrás de González, quien finalmente fue escogido como el candidato del principal bloque opositor.

Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp

SV

Síguenos en

Temas

Sigue navegando