Una desertora norcoreana y su hijo mueren en Seúl en pobreza extrema
La familia habría muerto tras de recibir apoyos gubernamentales
Una desertora norcoreana y su hijo menor de edad fueron hallados muertos en su domicilio de Seúl, donde vivían en condiciones de extrema pobreza tras escapar del Norte en 2009, según informó este martes la policía local.
Los cuerpos de la mujer, de 42 años, y de su hijo, de 6, fueron hallados sin vida y sin aparentes indicios de suicidio o de violencia, según la policía, que fue alertada por un trabajador del edificio a raíz del mal olor que desprendía la vivienda.
Las autoridades surcoreanas creen que ambos podrían haber muerto hace unos dos meses de inanición debido a testimonios de los vecinos y a la indigencia en la que vivían la mujer y su hijo, y están practicando autopsias de los cuerpos para esclarecer las causas.
La policía no halló nada de comida almacenada en el apartamento, mientras que el suministro de agua había sido cortado debido al impago de facturas, según detalles del caso recogidos por los medios locales.
La mujer, identificada como Han, había escapado al Sur desde el Norte en 2009, cuando contrajo matrimonio con un ciudadano chino de origen coreano y se mudó a China. Posteriormente se divorció y regresó a Corea del Sur con su hijo.
El Ministerio de Unificación, que asiste a los desertores norcoreanos que se instalan en el Sur, estaba al tanto de la precaria situación de Han y había tratado de contactar a la mujer cuando se mudó a su último domicilio al sudoeste de Seúl el pasado octubre, sin obtener respuesta.
No está claro si la mujer tenía trabajo y la familia únicamente percibía un subsidio infantil y otro para la crianza del menor por valor total de 100.000 wones (unos 146 euros) al mes cada uno, uno de los cuales dejó de recibir en marzo porque su hijo excedía el límite de edad para ser beneficiario.
Un asistente social de un centro de la comunidad donde vivían indicó a la citada agencia que la mujer tenía derecho a otros subsidios estatales para familias monoparentales y personas en situación de pobreza, pero no los solicitó.
Un portavoz del ministerio dijo que el Gobierno debe hacer más esfuerzos para ayudar a la integración de los desertores norcoreanos, sobre todo aquellos que atraviesan mayores dificultades y están en riesgo de pobreza, en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
Más de 30.000 norcoreanos han logrado desertar al país vecino tras el fin de la guerra que enfrentó a ambos países entre 1950 y 1953.
Los refugiados norcoreanos que consiguen llegar al Sur tras huir de su país se tienen que acoger a un programa de adaptación de varios meses y reciben ayudas del Gobierno de manera temporal.
Sin embargo, varias ONG e incluso informes del Gobierno de Seúl han puesto de manifiesto las dificultades de adaptación que sufre este colectivo debido a factores como las barreras económicas y culturales o la discriminación, a lo que se suman las denuncias de supuestos engaños por parte de intermediarios para llevarlos al Sur.