Internacional

Trump: Estos son otros atentados contra presidentes en la historia de Estados Unidos

Otros políticos han sufrido ataques, en muchos casos mortales, que cambiaron la historia y desestabilizaron al país

Donald Trump no es el primer presidente o expresidente estadounidense en sufrir un intento de asesinato, siendo abundantes los atentados contra los mandatarios a lo largo de la historia del país, pero desde 1981 no se registraba un suceso de esta gravedad.

Abraham Lincoln

El 14 de abril de 1865, a unos meses de haber sido reelegido y tras encabezar el triunfo en la Guerra Civil de Estados Unidos, el presidente Abraham Lincoln fue baleado en el Teatro Ford de Washington por el actor John Wilkes Booth mientras disfrutaba de la puesta en escena “Our American Cousin” -una comedia-. Fallecería un día después, sin lograr terminar con la reconciliación nacional que había perseguido durante su mandato, aunque convertido en uno de los presidentes más apreciados en la historia de su país.

James Gardfield

El 2 de julio de 1880, el presidente James Gardfield fue baleado en la estación de tren de Washington justo antes de salir de vacaciones de verano, por Charles Guitenau, quien lo culpaba por no conseguir trabajo. Fallecería el 19 de septiembre de ese año, pues aunque las heridas de bala no eran graves, jamás le pudieron sacar los proyectiles del cuerpo. Se usó la tecnología del detector de metales, algo novedoso en esa época, aunque no funcionó, pues a ningún médico se le ocurrió moverlo de su cama, cuya base era de hierro y hacía que el detector siempre sonara. Su asesino sería condenado a muerte y ejecutado dos años después.

William Mckinley

En 1901 el presidente McKinley asistía a un concierto en la ciudad de Buffalo (Nueva York) cuando fue disparado dos veces en el abdomen por un anarquista llamado Leon Czolgosz, quien más tarde escribió que había matado a McKinley por ser “un enemigo del buen pueblo trabajador”.

Theodore Roosevelt

En 1912, cuando Roosevelt ya había abandonado la presidencia pero era todavía un hombre enormemente popular, fue emboscado delante del Gilpatrick Hotel en Milwakee por un hombre llamado John Schrank, propietario de una taberna y presuntamente desequilibrado. La bala se quedó en el pecho de Roosevelt sin llegar al corazón. De hecho, “Teddy” vivió siete años más.

John F. Kennedy

El atentado más impactante de la era contemporánea tuvo lugar dos décadas más atrás, un 22 de noviembre de 1963, en este caso en Dallas, cuando el presidente John Fitzerald Kennedy iba en una limusina descapotable saludando al público y fue disparado mortalmente desde un apartamento cercano por Lee Harvey Oswald. El asesino fue disparado mortalmente dos días después y nunca pudo esclarecerse la trama que llevó a la muerte de Kennedy.

Robert Kennedy

El 5 de junio de 1968 y con un clima de profunda efervescencia política, Robert “Bobby” Kennedy, hermano de John F. Kennedy, murió baleado por el entonces joven palestino Sirhan Sirhan en la cocina del Hotel Ambassador de Los Ángeles. El político se encontraba participando en la precampaña del partido demócrata de los Estados Unidos y había expresado su apoyo a Israel, lo que le granjeó un profundo odio por parte de extremistas árabes. Sirhan Sirhan fue atrapado y no negó la autoría del crimen, aunque su defensa apeló a la demencia para una rebaja a la condena, misma que no prosperó.

Ronald Reagan

En 1981, el entonces presidente Ronald Reagan llevaba apenas unos meses en el cargo cuando fue disparado al salir de un hotel Hilton en Washington. Su agresor, un perturbado admirador de la actriz Jodie Foster, le disparó una bala que entró por la axila y se alojó en el pulmón, sin tocar el corazón ni poner en peligro su vida. En menos de un mes, Reagan retornó a la Casa Blanca.

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