Taiwán acusa a China de simular una invasión
La llegada de Pelosi a Taipéi esta semana fue vista como una “provocación” por China, que como revancha inició sus mayores ejercicios militares alrededor de la isla en décadas
Taiwán acusó ayer al Ejército chino de simular un ataque sobre su territorio y criticó el comportamiento “irresponsable” del “régimen autocrático” de China, que redobló sus represalias por la visita a la isla de la legisladora estadounidense Nancy Pelosi.
Las relaciones entre las dos superpotencias cayeron en picado tras la visita de Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, a la isla de gobierno autónomo que China considera parte de su territorio.
La llegada de Pelosi a Taiwán esta semana fue vista como una “provocación” por China, que como revancha inició sus mayores ejercicios militares alrededor de Taiwán en décadas.
Según los analistas, las maniobras, que durarán hasta hoy, están dirigidas a practicar un bloqueo de la isla. Las autoridades taiwanesas acusaron ayer a China de simular un ataque a su isla principal.
Hay “múltiples tandas de aviones y barcos comunistas realizando actividades alrededor del Estrecho de Taiwán (...)”, indicó ayer el ministerio de Defensa taiwanés en un comunicado.
“Se consideró que realizaban un simulacro de ataque a la isla principal de Taiwán”, agregó.
En respuesta, los militares de la isla movilizaron patrullas aéreas y terrestres y desplegaron sistemas de misiles terrestres, dijo la misma fuente en un tuit.
Denuncian “acciones brutales”
El Consejo de asuntos continentales, el organismo taiwanés que gestiona las relaciones con China continental, denunció las “acciones brutales y deplorables” de Pekín.
“Pedimos a todos nuestros socios democráticos de todo el mundo que sigan apoyando a Taiwán y contrarresten el comportamiento irresponsable de un régimen autocrático que socava la paz con su aventurerismo militar”, dijo.
El secretario de Estado de Estados Unidos, AntonyBlinken, se reunió ayer con su homólogo filipino y afirmó que Washington estaba “decidido a actuar de forma responsable” para evitar una crisis mundial.
El medio ambiente se convirtió en la última víctima de la batalla geopolítica, cuando Pekín dijo que se retiraría de las conversaciones y acuerdos de cooperación con Washington, particularmente sobre cambio climático y cooperación en defensa.