Si Trump es absuelto podría volver a causar violencia, advierten fiscales
Durante el juicio político, legisladores demócratas hacen hincapié en la falta de remordimientos mostrada por Trump ante el asalto al Capitolio
Los legisladores demócratas que hacen de fiscales en el juicio político al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscaron demostrar este jueves, el tercer día del proceso, que si es absuelto podría volver a causar violencia o servir de inspiración a otros funcionarios o gobernantes en el futuro.
"Absolver a Trump haría que todos los estadounidenses creyeran que cualquier presidente puede venir tras él y hacer exactamente lo mismo"
Con este fin, los fiscales hicieron hincapié en la falta de remordimientos mostrada por Trump ante el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero para solicitar su inhabilitación para ejercer cargos públicos en el futuro.
Trump "difundió mentiras para incitar al ataque violento contra el Capitolio, nuestras fuerzas de seguridad y todos nosotros, y luego mintió de nuevo a su base para decirles que estaba todo bien, que todo esto era aceptable", dijo uno de los "fiscales", Ted Lieu, durante su intervención en el Senado, donde se desarrolla el "impeachment", como se denomina el juicio político en inglés.
LA "FALTA DE REMORDIMIENTOS" DE TRUMP, CLAVE EN EL "IMPEACHMENT"
"Y es por eso que el presidente Trump es tan peligroso -agregó-, porque haría que todos nosotros, todos los estadounidenses creyeran que cualquier presidente puede venir tras él y hacer exactamente lo mismo".
"Un juicio político, una condena, una descalificación no es sólo sobre el pasado, es sobre el futuro"
Por ello, Lieu consideró que "la falta de remordimientos es un factor importante en el juicio político, porque un juicio político, una condena, una descalificación no es sólo sobre el pasado, es sobre el futuro, es asegurarse de que ningún funcionario en el futuro ni ningún presidente hace exactamente lo mismo que el presidente Trump".
Durante esta jornada, los nueve fiscales demócratas completarán sus alegatos antes de dar paso a los argumentos de la defensa, que comenzaran mañana, viernes.
La acusación se centró el miércoles en probar, apoyándose en videos, que Trump renunció a su papel como comandante en jefe de EU para convertirse en "el incitador en jefe de una insurrección peligrosa", mientras que este jueves se enfocó en su presunta ausencia de remordimientos.
Y es que, para los demócratas, dicha falta de remordimientos "muestra sin duda" que Trump ocasionará perjuicios en el futuro si se le permite, con lo que debería ser inhabilitado para ejercer de nuevo cargos públicos.
Trump afronta el cargo de haber incitado a la insurrección por el asalto al Capitolio por parte de una turba de sus seguidores, que irrumpió en su interior cuando las dos cámaras del Congreso celebraban una sesión conjunta para refrendar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones del noviembre.
Minutos antes de ese asalto, Trump, que en aquel momento aún no había reconocido su derrota electoral, pronunció un discurso desde la Casa Blanca en el que instó a sus partidarios a marchar hacia la sede del Congreso y reiteró sus denuncias sin pruebas de que hubo un fraude en los comicios.
INCITAR A LA VIOLENCIA, UN PATRÓN DE TRUMP, DICEN LOS FISCALES
Más allá de los hechos de ese día, los "fiscales" demócratas se afanaron este jueves en probar que Trump llevaba desde hacía tiempo animando a sus seguidores a la violencia, mucho antes del pasado 6 de enero y para ello se apoyaron en videos.
"El 6 de enero fue una culminación de las acciones del presidente, no una aberración de ellas"
"El 6 de enero fue una culminación de las acciones del presidente, no una aberración de ellas", recordó el jefe de los fiscales, Jamie Raskin, quien subrayó que "la insurrección fue el episodio más violento y peligroso hasta ahora de la práctica y patrón continuado de Donald Trump de incitar a la violencia".
Para ilustrarlo, Raskin dedicó buena parte de su intervención a hablar de la irrupción de cientos de manifestantes armados en el Capitolio estatal de Michigan, el pasado 30 de abril, para protestar por las medidas adoptadas para frenar la expansión del COVID-19.
Y afirmó que "el asedio a la cámara de Michigan fue efectivamente un ensayo a nivel estatal del asedio al Capitolio de EU, al que Trump incitó el 6 de enero".
El expresidente no condenó ese ataque en Michigan y respondió con críticas a la gobernadora progresista, Gretchen Whitmer, quien meses más tarde fue blanco de un presunto intento de secuestro y posible asesinato, del que 13 personas han sido imputadas.
Más allá de sus argumentos, los demócratas volvieron a mostrar este jueves videos de la multitud de seguidores de Trump que irrumpieron en el Capitolio, en unas imágenes que más que destinadas a convencer a los republicanos parecían más bien dirigidas a la audiencia de televisión.
Mientras, el abogado de la defensa, Bruce Castor, insistió en declaraciones a la cadena de televisión CNN que ninguno de los manifestantes ha reconocido que el expresidente les ordenara entrar.
"¿Hay alguien que haya dicho que escucharon directamente del presidente Trump (decir eso)?", se preguntó.
JM