Revelan fallos en detención de menores en Australia
A través de un informe se dio a conocer el maltrato al que niños y jóvenes fueron sometidos entre 2010 y 2015; la mayor parte de ellos, indígenas
El sistema de detención de menores en el Territorio Norte australiano, con gran población aborigen, tiene "fallos estremecedores y sistémicos" desde hace años, reveló hoy el informe final de una comisión de investigación.
El informe culmina la investigación de la Comisión Real sobre la Protección y Detención de Menores en el Territorio Norte, creada el año pasado después de que se conocieran diversos abusos cometidos en el reformatorio Don Dale, en Darwin, la capital de la jurisdicción.
El sistema de detención del Territorio Norte "falló en el cumplimiento de estándares de derechos humanos básicos y vinculantes referidos al trato de niños y jóvenes", expusieron en un comunicado los directores de la comisión, Margaret White y Mick Gooda.
"Los niños y los jóvenes detenidos fueron sometidos a maltratos estresantes, regulares y repetidos y se falló en el seguimiento de los procedimientos y los requerimientos de la ley en muchas instancias", añadieron los comisionados.
La Comisión se dedicó a investigar las denuncias de maltratos a menores entre 2010 y 2015 en los reformatorios del Territorio Norte.
La investigación se emprendió después de que la cadena local ABC divulgara imágenes de un adolescente con el cuello atado al respaldo de una silla y la cabeza cubierta por una capucha, y el uso de gas lacrimógeno en las celdas de menores, entre otros abusos que pueden rayar con la tortura, en Don Dale.
La Comisión pidió el cierre definitivo del área de alta seguridad, elevar la edad para que un menor sea responsable de actos criminales de 10 a 12 años y que se permita la detención de menores de 14 años cuando se trate de crímenes graves, entre otras recomendaciones.
Más del 95 por ciento de los jóvenes que están recluidos en centros de detención en el Territorio Norte son indígenas.
Los aborígenes australianos han sido víctimas de constante maltrato desde la colonización, además de desposeídos de sus tierras y discriminados sistemáticamente.
Durante décadas del siglo XX sus hijos les fueron arrebatados para ser cuidados por familias o instituciones de blancos, en lo que se denominó "la generación robada", que afectó a unos 100.000 menores aborígenes entre 1910 y 1970.
DR