Renuncian ocho columnistas a sitios de opinión en Kenia
Denuncian que la censura en el país limita las voces independientes y limita el acceso a la información
Ocho columnistas renunciaron hoy a sus espacios de opinión en el grupo del diario Daily Nation, buque insignia del principal conglomerado mediático de Kenia y el mayor de África central y oriental, por "limitar las voces independientes" y dudar de su legitimidad como "una voz creíble de la verdad".
"Hace dos años, algunos de nosotros escribimos a la junta directiva del NMG (Nation Media Group) en un acto de buena fe para expresarles nuestra preocupación ante lo que veíamos como un proceso sistemático de limitar las voces independientes", explicaron en un comunicado conjunto los columnistas.
Entre ellos, figuran el director ejecutivo de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC, en inglés), George Kegoro; la escritora keniana Rasna Warah, el profesor de la Universidad de Birmingham Nic Cheeseman o el director para África de la Open Society Foundations, Muthoni Wanyeki.
Los columnistas alegaron que la legitimidad del grupo mediático "como fuente creíble está siendo minada por el fracaso de su gestión o el rechazo a salvaguardar la independencia operacional de sus profesionales".
Además, cuestionaron el despido de varios editores en los últimos meses y la "censura a columnistas individuales" por parte de la directiva.
Esta crítica se produce en un momento en el que el país sufre acusaciones de ataque a la libertad de prensa, después de que el Gobierno ordenase recientemente el cierre temporal de cuatro canales de televisión nacionales, entre ellos el NTV, que pertenece al NMG.
El pasado 30 de enero, el Gobierno ordenó el cese de emisiones de las televisiones KTN News, NTV, Citizen TV e Inooro, así como sus cadenas de radio asociadas, por cubrir la ceremonia en la que el líder de la coalición opositora Súper Alianza Nacional (NASA), Raila Odinga, quien no reconoce el resultado de las elecciones de agosto y octubre de 2017, se autoproclamó "presidente del pueblo".
El Gobierno tardó una semana en levantar la suspensión, a pesar de que el Tribunal Supremo ordenó que se restableciesen las emisiones y varios organismos internacionales, entre ellos la ONU, se sumaron a la petición.