Papa Francisco inicia su visita en África en medio de conflictos
Esta es la quinta ocasión que el Papa Francisco visita África, pues "busca dejar su huella en la remodelación de la Iglesia como un hospital de campaña para almas heridas"
El Papa inicia el martes una visita de seis días a República Democrática de Congo y Sudán del Sur con el objetivo de llevar un mensaje de paz a las dos naciones azotadas por la pobreza, el conflicto y por lo que Francisco ha calificado como una "mentalidad colonialista" persistente que todavía considera a África como algo a explotar.
Las organizaciones humanitarias esperan que el viaje del Pontífice llame la atención sobre dos de los conflictos más olvidados y reavive la atención internacional sobre algunas de las peores crisis humanitarias, en medio de la fatiga de los donantes y de las nuevas prioridades de ayuda a Ucrania. La visita pondrá también a Francisco cara a cara con el futuro de la Iglesia católica: África es uno de los únicos lugares del mundo donde la parroquia católica va en aumento, tanto en lo referente a fieles practicantes como a nuevas vocaciones de sacerdocio y vida religiosa.
Esto hace que su viaje, el quinto al continente africano en sus 10 años como Papa, sea aún importante mientras busca dejar su huella en la remodelación de la Iglesia como un "hospital de campaña para almas heridas" donde todos son bienvenidos y los pobres tienen un sentimiento de orgullo especial. "Sí, África está en crisis y también sufre la invasión de los explotadores", afirmó Francisco en una entrevista a The Associated Press la semana pasada, en la que añadió que la Iglesia puede aprender también del continente y su gente.
"Tenemos que escuchar su cultura: dialogar, aprender, hablar, promover", indicó sugiriendo que su mensaje diferiría del tono de reproche utilizado por San Juan Pablo II en 1980 y 1985 cuando les recordó a los curas y obispos congoleños la necesidad de cumplir con su voto de celibato. Congo, la primera parada de la gira del pontífice, es, de lejos, el país africano con más católicos: la mitad de sus 105 millones de habitantes lo son, y cuenta con más de 6 mil curas, 10 mil monjas y más de 4 mil seminaristas — el 3,6% del total global de jóvenes que estudian para sacerdote.
Los religiosos congoleños acudían en masa a Kinshasa para el principal evento del viaje, la misa que oficiará el papa el miércoles en el aeropuerto de Ndolo, que se espera que atraiga a más de dos millones de personas en uno de los mayores actos de este tipo en el país y una de las eucaristías más multitudinarias de Francisco. "¡Hay gente que fletó aviones para venir aquí porque eran muchos!", dijo maravillado Inniance Mukania, quien viajó a la capital desde la diócesis de Kolwezi, en el sur del país.
El viaje estaba previsto inicialmente para julio, pero se demoró por los problemas de rodilla de Francisco. Además, debía haber incluido una parada en Goma, en el este de congo, pero la región aledaña de Kivu Norte se ha visto azotada por intensos combates entre las tropas gubernamentales y el grupo rebelde M23, además de por ataques de insurgentes vinculados al grupo extremista Estado Islámico.
Los combates desplazaron a unos 5.7 millones de personas, una quinta de ellas solo el año pasado, según el Programa Mundial de Alimentos. En su lugar, Francisco se reunirá con una delegación de residentes en el este que viajarán a Kinshasa para un encuentro privado en la embajada vaticana. Se espera que participen en una ceremonia en la que se comprometerán conjuntamente a perdonar a sus agresores.
La segunda etapa del viaje llevará al papa a Sudán del Sur, el país más joven del mundo donde los continuos combates han obstaculizado la aplicación de un acuerdo de paz de 2018 con el que poner fin a una guerra civil. El Pontífice mostró su interés por visitar la nación de mayoría cristiana por primera vez en 2017, pero los problemas de seguridad impidieron el viaje y contribuyeron a empeorar una crisis humanitaria que causado más de dos millones de desplazados.
FS