Papa Francisco condena "incoherencia" de cristianos católicos
El Pontífice recuerda a los fieles que la santidad de Dios debe reflejarse en todas sus acciones diarias
El Papa Francisco condenó hoy la incoherencia de aquellos fieles cristianos católicos que actúan como si no lo fueran, haciendo acciones malas, durante la Audiencia General del último miércoles de febrero.
En su catequesis, dedicada a la oración del "Padre Nuestro", el Pontífice recordó a los fieles católicos que la santidad de Dios debe reflejarse en todas sus acciones diarias y no de manera incoherente, actuando mal, como si no fueran cristianos.
"Dios es santo, pero si nosotros, si nuestra vida no es santa se produce una gran incoherencia. La santidad de Dios debe reflejarse en nuestras acciones, en nuestra vida. 'Yo soy cristiano, Dios es Santo, pero yo hago muchas cosas malas'. No, esto no sirve, esto hace mal, esto escandaliza y no ayuda", afirmó.
El líder de la Iglesia Católica pidió a los fieles seguir el camino del redescubrimiento de la oración del Padre Nuestro, que contiene siete peticiones. "En las tres primeras, que se refieren al 'Tú' de Dios, Jesús nos une a él y a sus más profundas aspiraciones, motivadas por su infinito amor hacia el Padre".
"Queridos hermanos y hermanas: Hoy profundizaremos en la primera de sus siete invocaciones, esto es, 'sea santificado tu nombre'" y recordó que "las peticiones del Padre Nuestro se centran en "nuestras necesidades humanas", según un reporte de la agencia de noticias Aci Prensa.
En la primera parte, explicó, Jesús nos hace entrar en sus deseos, todos dirigidos al Padre: "sea santificado tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad; en la segunda es Él el que entra en nosotros y se hace intérprete de nuestras necesidades: el pan de cada día, el perdón de los pecados, la ayuda en las tentaciones y la liberación del mal".
"Aquí se encuentra la matriz de toda oración cristiana, diría que de toda oración humana, que siempre está hecha de, por una parte, contemplación de Dios, de su misterio, de su belleza y bondad, y, de otra, de sincera y valiente búsqueda de aquello que sirve para vivir, y vivir bien", destacó.
De ese modo, agregó el Papa Francisco, "en su simplicidad y esencialidad, el Padre Nuestro educa a quien lo reza a no multiplicar palabras vanas".
"Cuando hablamos con Dios, no lo hacemos para revelarle aquello que tenemos en el corazón: Él lo conoce mucho mejor que nosotros mismos. Si Dios es un misterio para nosotros, nosotros, en cambio, no somos un enigma a sus ojos", indicó.
El Obispo de Roma destacó que Dios es como esas madres a las que "les basta una simple mirada para comprenderlo todo de sus hijos: si están contentos o tristes, si son sinceros o si esconden alguna cosa".
GC