La religión no justifica impedir que las niñas vayan a la escuela: Malala
La ganadora del Premio Nobel de la Paz de 2014, Malala Yousafzai, continúa alzando la voz en pro del derecho a la educación de las niñas en Afganistán
La ganadora del Premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai, a quien los talibanes paquistaníes le dispararon cuando era estudiante, instó a los nuevos gobernantes de Afganistán a que permitan que las niñas regresen a la escuela.
"La religión no justifica impedir que las niñas vayan a la escuela"
Ha pasado un mes desde que los talibanes islamistas, que tomaron el poder en agosto, excluyeron a las alumnas de volver a la escuela secundaria mientras ordenaban a los niños que retomaran las clases.
Los talibanes han afirmado que permitirán el regreso de las niñas una vez que hayan garantizado la seguridad y la segregación estricta según su interpretación de la ley islámica. Sin embargo, muchos son escépticos.
Malala Yousafzai alza la voz
"Para las autoridades talibanes ... revoquen la prohibición de facto de la educación de las niñas y reabrir inmediatamente las escuelas secundarias para ellas", clamaron Yousafzai y varias activistas afganas por los derechos de las mujeres en una carta abierta publicada el domingo.
Yousafzai pidió a los líderes de las naciones musulmanas que dejen claro a los talibanes que "la religión no justifica impedir que las niñas vayan a la escuela".
"Afganistán es ahora el único país del mundo que prohíbe la educación de las niñas", señalaron las signatarias, entre las que se encuentra la jefa de la Comisión de Derechos Humanos afgana del último gobierno respaldado por Estados Unidos, Shaharzad Akbar.
Asimismo, las firmantes pidieron a los líderes mundiales del G20 (El Grupo de los 20) que proporcionen fondos urgentes para un plan educativo para los niños afganos.
La lucha de Malala Yousafzai
Yousafzai recibió un disparo por militantes de Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), el gemelo ideológico de los talibanes afganos, en su ciudad natal en el valle de Swat mientras se hallaba en un autobús escolar en 2012.
Ahora, con 24 años, aboga por la educación de las niñas y su Fondo Malala, una organización sin fines de lucro, ha invertido dos millones de dólares en Afganistán.
CM