Mueren cinco guardias y un preso tras motín en Indonesia
Autoridades y reos mantienen negociaciones para que éstos suelten a un rehén que tomaron durante los enfrentamientos
Cinco guardias de una prisión de máxima seguridad de Indonesia y un reo perdieron la vida durante un motín que continúa hoy con negociaciones entre autoridades y prisioneros, quienes mantiene un rehén, informan fuentes oficiales.
"Uno de los terroristas nos obligó a dispararle cuando luchaba por arrebatar un arma a los oficiales", dijo el portavoz de la Policía Nacional, Muhamad Iqbal, en una rueda de prensa en el exterior de la cárcel ubicada en el extrarradio de Yakarta, apuntan medios locales.
Los enfrentamientos comenzaron anoche cuando los guardias rehusaron entregar a un reo alimentos que había traído su familia, lo que provocó que el prisionero alentará a otros a sublevarse, según indicó el portavoz.
El grupo de prisioneros consiguió acceder a una de las armerías y tomó como rehenes a varios de los guardias que vigilaban la prisión situada en el cuartel general de la Brigada Móvil de la Policía en la ciudad de Depok.
Las autoridades han pedido a la gente que no confíe en las imágenes en la redes sociales que muestran cerca de una decena de presos que enarbolan banderas con el símbolo del Estado Islámico y muestran las supuestas armas tomadas por la fuerza.
Por su parte, el portavoz policial rechazó que la revuelta esté relacionada con el grupo armado islamista.
La Policía asegura que la situación está bajo control y mantiene un cerco de 100 metros alrededor del centro carcelario de máxima seguridad, que aloja más de 160 prisioneros entre los sospechosos de terrorismo y los condenados por otras ofensas.
El exgobernador de Yakarta Basuki Tjahaja Purnama, que fue condenado el año pasado a dos años de prisión por blasfemia, también se encuentra en la misma prisión pero en otro bloque y su círculo cercano ha asegurado a la prensa local que se encuentra a salvo.
Las fugas y motines carcelarios son comunes en Indonesia, donde la mayoría de los centros están masificados y los presos denuncian a menudo tratos abusivos por parte de los guardias y condiciones insalubres.