Miles de supervivientes esperan ayuda tras sismo en Indonesia
Aunque el apoyo llega en grandes cantidades, aún hacen falta alimentos, agua y tiendas de campaña en lugares de difícil acceso
Miles de supervivientes aguardan hoy alimentos, agua y tiendas de campaña tras perder sus hogares el pasado domingo a causa del terremoto de magnitud 6.9 que golpeó la isla de Lombok, en la región central de Indonesia, y causó al menos 105 muertos y 236 heridos.
La mayoría de turistas varados, incluidos dos centenares de españoles, han podido salir de la isla en barcos y vuelos, tras acampar con cartones y mantas en el aeropuerto o en las playas de Lombok desde que se produjo el seísmo el pasado domingo.
Los muertos son todos indonesios, y entre los heridos hay siete extranjeros: un danés, un estadounidense, una británica, un francés, una belga, una checa y una surcoreana.
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, dijo este martes que se espera que aumente el número de fallecidos.
Gran parte de las víctimas mortales ocurrieron en el norte de Lombok, donde numerosas casas y mezquitas se derrumbaron, y los servicios de emergencia trabajan por encontrar supervivientes o recuperar cadáveres.
En la carretera que lleva a esta parte de la isla, donde unas 84 mil personas se han visto desplazadas, se pueden ver las bajas construcciones derrumbadas y a vecinos pidiendo dinero para ayudar a las víctimas con cajas de cartón.
Decenas de heridos son tratados en tiendas de lona improvisadas junto al hospital de Tanjung, en el noroeste de la isla, ya que el centro resultó dañado por el temblor y fue desalojado.
La ayuda ha llegado a muchos de los supervivientes, pero aún hacen falta alimentos, agua y tiendas de campaña en lugares de difícil acceso.
Lombok, surcada por campos de cultivo y jungla tropical y dominada por el volcán Rinjani, tiene unos cuatro mil 500 kilómetros cuadrados y está situada junto a la turística isla de Bali, donde el seísmo causó dos muertos.
Frente a Lombok se encuentran la pequeñas islas Gili Air, Gili Meno y Gili Trawangan, de donde tuvieron que ser evacuados unos siete mil turistas tras el terremoto, al que han seguido cerca de 250 réplicas.
Mientras, el aeropuerto va recuperando la normalidad y del millar de personas que llegaron a acampar el lunes en la instalación a la espera de ser evacuados quedaban hoy apenas una veintena.
"La situación es mucho mejor y operamos casi con normalidad. Empiezan a llegar nuevos turistas", dijo a Efe Faik Fahmi, director de Ankgasa Pura, la empresa que gestiona el aeródromo, que indicó que hoy operan ocho vuelos adicionales para favorecer las salidas.
El terremoto ocurrió una semana después de que otro seísmo de magnitud 6.4 golpeara Lombok, y ocasionara 16 muertos, 355 heridos y mil 500 edificios destruidos.