Internacional

Europa no está preparada para el cambio climático

Advierten que sin una acción urgente y decisiva, los riesgos podrían ser catastróficos

Europa podría enfrentarse a consecuencias “catastróficas” derivadas del cambio climático si no toma medidas urgentes y contundentes para adaptarse a los riesgos, advirtió un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).

La agencia de la Unión Europea, encargada de proporcionar información fiable e independiente sobre el medio ambiente, alertó que las zonas del Sur de Europa son las más expuestas a las consecuencias del cambio climático.

Las consecuencias incluyen incendios, cortes de agua y sus consiguientes efectos en la agricultura, indica el primer informe de la agencia sobre los riesgos que enfrenta el continente.

Entre estos riesgos, el organismo cita las inundaciones, la erosión y la intrusión salina que enfrentan las regiones costeras de Europa situadas a baja altitud.

“Muchos de estos riesgos han alcanzado ya niveles críticos y podrían llegar a ser catastróficos si no se toman medidas urgentes y contundentes”, sostuvo la AEMA.

La agencia advirtió que el Norte de Europa no se librará de estos impactos negativos, como demostraron las inundaciones en Alemania y los incendios en Suecia en los últimos años.

“El calor extremo, la sequía, los incendios forestales y las inundaciones que se han experimentado en los últimos años, empeorarán en Europa, incluso en escenarios optimistas de calentamiento global, y afectarán a las condiciones de vida en todo el continente”, insistió.

El informe identifica 36 riesgos climáticos importantes para Europa, 21 de los cuales requieren medidas inmediatas y ocho son “especialmente urgentes”.

A la cabeza de la lista figuran los riesgos vinculados a los ecosistemas, principalmente costeros y marinos.

La combinación de olas de calor, acidificación y agotamiento del oxígeno de los mares junto a otros factores de origen humano como la contaminación, la eutrofización (el exceso de nutrientes que colapsa el ecosistema acuático) y la pesca, amenazan los ecosistemas marinos, señala el informe.

“Esto puede provocar una pérdida sustancial de biodiversidad, incluidos episodios de mortalidad masiva, y la disminución de los servicios ecosistémicos”, alerta el estudio.

Según la AEMA, la prioridad debe ser que los gobiernos y la población reconozcan unánimemente los riesgos y se pongan de acuerdo para hacer más, más rápido.

AFP

Francia pretende reducir consumo de energía al 50% de aquí al 2050

El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, se marcó como objetivo reducir a casi la mitad el consumo de energía a mediados de siglo respecto a 2021 para disminuir las emisiones causantes del cambio climático y eso con crecimiento económico.

En un discurso dedicado a las políticas de sobriedad energética, Le Maire señaló que se trata de pasar de mil 600 teravatios a 900 para 2050 e insistió en que “esta lucha es fundamental” porque permitirá conciliar el aumento de la actividad económica con la acción frente al cambio climático.

Consideró que es una meta alcanzable, y para ilustrarlo se refirió a que en la reciente crisis energética los franceses han reducido el consumo de electricidad y de gas en un 12 por ciento.

Tras hacer un repaso detallado de los grandes dispositivos de ayuda para los particulares, las empresas y las administraciones, señaló que todos sumados representan más de 10 mil millones de euros anuales.

EFE

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Confianza en el trabajo

La agencia, sin embargo, también reconoció los “progresos considerables” realizados por la UE y sus 27 Estados miembros en el “conocimiento de los riesgos climáticos a los que se enfrentan y en su preparación para afrontarlos”. Estos acontecimientos “son la nueva normalidad”, declaró Yla-Mononen en una rueda de prensa previa a la publicación del informe.

Expertos debaten las soluciones 

Líderes, expertos y funcionarios señalaron que son visibles los numerosos efectos de climas extremos y, por tanto, hay una mayor conciencia sobre el cambio climático sin importar las ideologías políticas.

“La gente lo ve y quiere hacer algo sobre eso”, explicó la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, en un panel del foro Aspen Ideas: Climate, en el que durante tres días unos 200 participantes discutirán en Miami Beach, Florida, políticas públicas e iniciativas para frenar la crisis climática del planeta.

Levine Cava apuntaló algunas de las prácticas puestas en marcha en esta jurisdicción, entre ellas el nombramiento de la que es la primera oficial de calor en Estados Unidos, así como el próximo rediseño del departamento de emergencia, en vísperas del inicio de la temporada de huracanes.

La alcaldesa fue parte de una mesa redonda junto con sus homólogas de Boise (Idaho), Lauren McLean y de la también floridana Jacksonville, Donna Deegan, quienes coincidieron en que a nivel local las personas entienden los impactos en la vida diaria del cambio climático.

La demócrata Deegan señaló que en Florida, donde en el más alto nivel político los republicanos han ganado terreno, las personas han aprendido a navegar por encima de las inclinaciones ideológicas y sobre la base de efectos tangibles, como fueron las inundaciones que provocó el huracán “Irma” en 2017, las peores en más de un siglo en esa localidad de la costa Norte del Estado.

“En general, independientemente de la edad, la demografía, la raza o el origen étnico, creo que la gente se está volviendo cada vez más consciente de cómo el clima está afectando sus vidas” y como por ejemplo las olas de calor o de frío, las inundaciones, “están atadas al cambio climático”, dijo Jackie Omotalade, directora nacional de Inversiones Climáticas en la organización Dream.org.

Omotalade fue una de las ponentes de la Cumbre Climática de Futuros Líderes, que forma parte de la programación de Aspen Ideas: Climate y en el que más de un centenar de jóvenes debaten sobre acciones a favor del clima y mecanismos de presión para que sus gobiernos “actúen realmente”.

“Creo que, independientemente de dónde se encuentre alguien en su espectro político, todo el mundo simplemente quiere poder vivir una vida feliz, una vida donde puedan respirar aire limpio y sus hogares no se inunden”, recalcó la experta.

EFE

El mosquito del dengue se adapta a temperaturas locales

Científicos en Estados Unidos (EU) encontraron que el Aedesaegypti, conocido como el mosquito de la fiebre amarilla y el dengue, es capaz de adaptarse a las temperaturas en su “entorno local” en medio del cambio climático, y optimizar así su desempeño a la hora de transmitir enfermedades.

“La conclusión de nuestro estudio es que, si queremos comprender completamente la transmisión en un lugar y cómo esto podría cambiar en el futuro, debemos estudiar los mosquitos a nivel local y no asumir que la forma en que la temperatura afecta la transmisión en un sitio necesariamente se puede extrapolar a todos los demás sitios”, subrayó en declaraciones el entomólogo Matthew Thomas.

El Aedesaegypti es una de las especies invasoras más importantes a nivel global, responsable de infectar cada año a más de 400 millones de personas en todo el mundo con virus como el dengue, la fiebre amarilla, la chikungunya y el Zika.

El estudio, en el que participó la Universidad de Florida (UF), examinó la adaptación térmica de los mosquitos, un aspecto crítico que a menudo se pasa por alto en los modelos que evalúan el impacto del cambio climático en las enfermedades transmitidas por estos insectos.

Según el Instituto de Investigación Científica de Especies Invasoras (ISRI, en inglés) de la UF, muchos modelos no consideran la influencia potencial de la adaptación térmica en los mosquitos y por consiguiente su mejor rendimiento, es decir la aptitud física o potencial para transmitir enfermedades como el dengue o el Zika.

Para Thomas, director del ISRI, lo que el estudio sugiere es que “los mosquitos sí pueden optimizar su desempeño en el entorno local inmediato en medio de los cambios climáticos”.

“Esto es potencialmente importante porque sugiere que, si deseamos hacer predicciones precisas del riesgo actual o futuro de distribución de enfermedades como el dengue o el Zika, podríamos necesitar examinar la biología de los mosquitos a nivel local y no simplemente asumir que podemos tomar un modelo de transmisión y extrapolarlo en el tiempo y el espacio”, precisó.

“Cómo esta adaptación local podría conducir a diferentes patrones de riesgo de transmisión es ahora el tema de un estudio de seguimiento que recién estamos completando”, indicó.

El Aedes aegypti -explicó Thomas- generalmente se limita a los trópicos y subtrópicos. La temperatura óptima probablemente esté entre los 25 y 30 grados centígrados.

Explicó que su potencial para transmitir enfermedades se verá “gravemente” afectado por debajo de los 20 grados centígrados o por encima de 35 grados centígrados aproximadamente.

“En promedio, a medida que el clima calienta, esperamos que las condiciones adecuadas se desplacen más hacia el Norte, lo que potencialmente permitirá que los mosquitos amplíen su distribución y que también aumente potencialmente el número de meses aptos para la transmisión de enfermedades”, señaló.

Sin embargo, las condiciones también podrían volverse demasiado calurosas, lo que provocaría reducciones en su distribución en otros lugares.

Sobre si hay ciudades que están experimentando un aumento de las enfermedades transmitidas por los mosquitos Aedes aegypti debido a sus mayores niveles de comodidad como resultado de los cambios de temperatura atribuidos al cambio climático, Thomas dijo que se requieren más estudios.

Sin embargo, señaló que los resultados de la investigación actual, que fue publicada en la revista Global Change Biology, “sugerirían que las poblaciones pueden adaptarse para maximizar su aptitud en sus entornos locales y esperaríamos que esto influyera en el riesgo de transmisión”.

De ciudades como Miami, que fue afectada gravemente por el Zika, Thomas señaló que esta jurisdicción es muy adecuada para esta especie de mosquito y también para permitir la transmisión de esa enfermedad.

“Actualmente no se conoce si los mosquitos se han adaptado a las condiciones específicas de Miami y cómo esta adaptación ha ocurrido, pero nuestros resultados sugieren que esto es probable y que podría determinar el riesgo de transmisión local”, agregó. 

EFE

El cambio climático modificó los lugares donde se desarrolla el mosquito Aedes aegypti, por eso más regiones sufren por los virus que transmite. AP

CT 

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