Las misas vuelven a Portugal con cautela: mascarillas y menos fieles
Las ceremonias religiosas regresan al país a partir del sábado con la implementación de varias restricciones
Portugal reanuda a partir del sábado las misas con máxima cautela y restricciones debido a la pandemia de coronavirus, con el uso obligatorio de mascarilla, distancia entre los fieles y circuitos de entrada y salida de las iglesias.
Suspendidas desde el pasado 13 de marzo, las misas se deberán retomar este fin de semana "con cautela" para que el virus no aproveche ningún "descuido" para propagarse, pidió hoy el cardenal Manuel Clemente, patriarca de Lisboa, en un mensaje en vídeo.
Para minimizar los riesgos de contagio, la Conferencia Episcopal de Portugal divulgó un documento de nueve páginas que detalla las reglas de cómo se deberán retomar las celebraciones comunitarias.
El uso de mascarilla será obligatorio durante toda la celebración, excepto para comulgar, y las hostias se recibirán en la mano en vez de en la boca.
Los asientos deberán estar señalizados para que sólo haya un fiel por cada cuatro metros cuadrados, por lo que se reducirá la capacidad total de cada parroquia, y no se realizará el gesto de la paz.
Deberán marcarse circuitos de entrada y salida de las iglesias para evitar que los fieles se crucen, aunque la Conferencia Episcopal aconseja que, siempre que sea posible, las misas se realicen al aire libre.
No se distribuirán papeles ni se pasará la cesta de limosna entre los fieles, que podrán depositar su cooperación en un recipiente colocado a la salida de la iglesia.
El bautismo se realizará siempre con agua nueva y sin contacto físico y las confesiones con una distancia de seguridad entre el padre y el fiel.
La reanudación de las misas supondrá además la vuelta de los fieles al Santuario de Fátima, que ha estado cerrado durante casi dos meses y medio, aunque continuaba realizando las celebraciones a puerta cerrada.
La pandemia llevó al Santuario a conmemorar por primera vez sin peregrinos la aparición de la Virgen, los pasados 12 y 13 de mayo, con una explanada desierta que contrastaba con los cerca de 200 mil fieles que acudieron el año pasado a la celebración.
A partir del sábado, la mayoría de las misas programadas se concentrarán en la Basílica de la Santísima Trinidad, y se cancelarán las que se realizaban durante la semana en la Capilla de las Apariciones en italiano, inglés y español.
JM