La capital de Zimbabue amanece en calma pese a tensión
Habitantes de la ciudad de Harare reanudan sus actividades normales luego de los recientes acontecimientos; escuelas y negocios están abiertos en su totalidad
La capital de Zimbabue, Harare, amaneció hoy en aparente calma a pesar de la tensión que se vive en el país tras la intervención militar contra el Gobierno de RobertMugabe.
Las Fuerzas Armadas se rebelan y toman el control de Zimbabue
El tráfico recuperó sus niveles habituales, en la zona diplomática de Mount Pleasant desaparecieron los controles que se habían levantado el miércoles y las escuelas reanudaron sus clases.
El director de la comisión de la Administración Pública de Zimbabue, Mariyawanda Nzuwah, pidió todos los funcionarios que se presentaran a trabajar, según recoge el diario estatal The Herald.
"Se espera que todos los funcionarios se presenten en su puesto de trabajo todos los días a su hora para dar servicio a la gente de Zimbabue", manifestó Nzuwah, que garantizó que todos los trabajadores públicos -incluidos los miembros del Ejército- recibirían su sueldo a tiempo.
Muchos funcionarios faltaron a sus puestos de trabajo ayer después de que los militares hubieran bloqueado los accesos a los principales edificios gubernamentales de la ciudad, así como el Parlamento.
Mientras Mugabe sigue bajo arresto domiciliario, el otrora fiel a él -y a su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF)-, The Herald, publica hoy un editorial en el que comenta que, "si la intervención militar puede hacer que los cargos del partido vuelvan a enfocar su atención hacia los que han votado por ellos, la acción habrá hecho mucho" por el ZANU-PF.
Durante la jornada de ayer, según confirmaron medios locales, los militares arrestaron a tres ministros afines a las aspiraciones políticas de la primera dama, Grace Mugabe, quien sonaba como candidata a vicepresidenta después de que su marido destituyese la semana pasada a Emmerson Mnangagwa.
Precisamente, se interpreta como detonante de la crisis la expulsión del vicepresidente, un incondicional del partido y veterano de guerra que estaba en las quinielas a sucesor de Mugabe, de 93 años y en el poder desde 1980.
La escalada de tensión comenzó en la tarde del martes cuando varios tanques fueron vistos en dirección a Harare.
Un día antes, el jefe de las Fuerzas Armadas del país, Constantine Chiwenga, había advertido en una comparecencia pública que se tomarían "medidas correctivas", si continuaba lo que consideraba una purga de los miembros veteranos en el partido que lidera Mugabe.