Internacional

Kosovo: Serbios étnicos se concentran tras choques con fuerzas OTAN

Piden que la policía especial  y los funcionarios de etnia albanesa, a quienes califican de alcaldes "falsos", se marchen del norte del país

Cientos de personas de etnia serbia se congregaron el miércoles en una ciudad del norte de Kosovo, días después de los enfrenamientos que dejaron 30 soldados de la misión de mantenimiento de paz liderada por la OTAN y más de 50 serbios heridos, lo que avivó el temor a la reanudación de los sangrientos conflictos en la región y llevó a la alianza militar occidental a enviar tropas adicionales.

Los serbios étnicos reiteraron que quieren que la policía especial de Kosovo y los funcionarios de etnia albanesa, a quienes califican de alcaldes "falsos", se marchen del norte del país. Después, la multitud desplegó una gigantesca bandera serbia.

La protesta del miércoles en el exterior del ayuntamiento de Zvecan, a 45 kilómetros (28 millas) al norte de la capital, Pristina, era pacífica hasta última hora de la mañana. El lunes, los inconformes trataron de allanar las oficinas municipales y se enfrentaron a la policía kosovar y a las fuerzas de paz.

Los serbios son minoría en Kosovo, salvo en algunas zonas del norte fronterizas con Serbia. Muchos rechazan la reivindicación de independencia del territorio de mayoría albanesa. Belgrado no reconoce la declaración de independencia de Kosovo, una antigua provincia serbia, de 2008.

Estados Unidos y la Unión Europea han reforzado recientemente sus esfuerzos para resolver la disputa coincidiendo con la guerra en Ucrania. La OTAN anunció que enviará 700 soldados más al norte de Kosovo para ayudar a sofocar las protestas violentas tras los enfrentamientos del lunes. La misión de paz de la alianza, KFOR, cuenta ahora con cerca de 3 mil 800 efectivos.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó a "todas las partes a tomar medidas de inmediato para reducir las tensiones", y calificó la violencia contra los soldados de la KFOR de "inaceptable!".

La confrontación comenzó la semana pasada luego de que funcionarios de etnia albanesa, elegidos en una votación boicoteada mayoritariamente por los serbios, entraron en los edificios municipales, escoltados por la policía kosovar, para asumir sus puestos.

Cuando los serbios trataron de impedírselo, la policía disparó gases lacrimógenos para dispersarlos. En Zvecan, los enojados serbios se enfrentaron el lunes a la policía y, más tarde, a las tropas lideradas por la OTAN, que trataban de asegurar la zona.

Desde Bratislava, Eslovaquia, el primer ministro kosovar, Albin Kurti, dijo que la policía del país no aceptará las exigencias de los serbios de retirarse por completo, pero dejó la puerta abierta a la celebración de elecciones locales anticipadas.

"Mientras siga habiendo una turba violenta en el exterior de los edificios municipales, debemos tener nuestras unidades especiales", apuntó. "Si hubiese habido protestas pacíficas para pedir elecciones anticipadas, habrían llamado mi atención y quizás considerase ese pedido".

Serbia puso a su ejército en estado de máxima alerta y envió más tropas a la frontera con Kosovo.

Mientras Washington y la mayoría de los países de la UE reconocen a Kosovo como estado, Belgrado cuenta con el respaldo de Rusia y China en su rechazo. Los funcionarios occidentales han criticado enérgicamente tanto a las autoridades kosovares por presionar para la toma de posesión de los nuevos alcaldes, como a los serbios por la violencia.

"La decisión del gobierno de Kosovo de forzar el acceso a los edificios municipales agravó las tensiones de forma brusca e innecesaria", apuntó Blinken, que pidió a Kosovo que emplee ubicaciones alternativas para los nuevos regidores y retire a la policía de las inmediaciones de esos inmuebles.

Según Blinken, Serbia debería rebajar el nivel de alerta de su ejército y asegurarse de que no se ataca a los soldados de la KFOR.

"Tanto Kosovo como Serbia deben volver a comprometerse de inmediato a participar en el diálogo mediado por la UE para normalizar las relaciones", apuntó.

El ministro serbio de Defensa dijo el miércoles en declaraciones a la radio-televisión estatal RTS que la "situación de seguridad es muy peligrosa por las decisiones unilaterales, ilegales e ilegítimas de la administración en Pristina".

"En primer lugar, deberíamos llamarle de forma apropiada e intentar definirlo como una ocupación del norte de Kosovo por parte de la administración albanesa de Pristina", afirmó Milos Vucevic.

Las autoridades serbias han advertido en repetidas ocasiones que su país no se quedará de brazos cruzados si los serbios de Kosovo son atacados.

La guerra de Kosovo (1998-1999) estalló cuando los separatistas de etnia albanesa se rebelaron contra Serbia, que respondió con una represión brutal. El conflicto terminó luego de que los bombardeos de la OTAN obligaron a Serbia a retirarse del territorio y allanaron el camino al despliegue de sus fuerzas de paz.

La región sigue recuperándose de las consecuencias de los sangrientos conflictos de los años 90, durante la desintegración de la antigua Yugoslavia.

También el miércoles, jueces de un tribunal de Naciones Unidos elevaron las penas de cárcel a dos aliados del difunto presidente serbio Slobodan Milosevic, condenados por tratar de expulsar a las personas no serbias de localidades croatas y bosnias durante los encarnizados conflictos de la década.

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