Rechaza primer ministro de Israel la presión para el cese al fuego
Netanyahu aseguró que continuará insistiendo en una exigencia que se ha convertido en un importante punto de fricción en las conversaciones: el control del corredor Philadelphia
El primer ministro israelí BenjaminNetanyahu rechazó ayer una nueva oleada de presión para que acepte un acuerdo de cese al fuego en la Franja de Gaza luego de que cientos de miles de israelíes protestaron y se declararon en huelga.
En su primer discurso público desde que las protestas masivas demostraron la furiosa respuesta de muchos israelíes al descubrimiento de otros seis rehenes muertos, Netanyahu dijo que seguirá insistiendo en una exigencia que se ha convertido en un importante punto de fricción en las conversaciones: el control del corredor Philadelphia.
Este sitio es una estrecha franja a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto que según Israel es usada por Hamás para introducir armas de contrabando en Gaza.
Netanyahu señaló que el corredor es vital para garantizar que Hamás no puede rearmarse a través de los túneles. “Este es el oxígeno de Hamás”, afirmó.
“Nadie está más comprometido con la liberación de los rehenes que yo”, declaró. “Pero nadie me va sermonear en este asunto”.
Los israelíes salieron a las calles en señal de dolor y rabia en lo que parecía ser la mayor protesta desde el inicio de la guerra.
Las familias y gran parte del público culparon a Netanyahu, afirmando que los rehenes podrían haber sido devueltos con vida en un acuerdo con Hamás.
Ayer además hubo una huelga general en todo el país. Al atardecer, varios miles de manifestantes se congregaron afuera de la casa privada de Netanyahu en el Centro de Jerusalén, donde corearon “Acuerdo, ahora”, y llevaron ataúdes envueltos con banderas de Israel.
Se produjeron altercados cuando la policía se llevó los ataúdes, y varios manifestantes fueron detenidos.
Miles de personas más se manifestaron ante la sede del partido Likud, al que pertenece Netanyahu, en Tel Aviv, según los medios de comunicación israelíes.
Pero otros apoyan la estrategia de Netanyahu de continuar con su ofensiva en la Franja de Gaza, que empezó tras el ataque de Hamás perpetrado del 7 de octubre en Israel y que ha causado la muerte de más de 40 mil palestinos en Gaza.
Netanyahu dijo que la ofensiva obligará a los combatientes a ceder a las exigencias israelíes, facilitará potencialmente las operaciones de rescate y, en última instancia, aniquilará al grupo.
Sin embargo, su principal aliado, Estados Unidos, empieza a mostrarse impaciente.
El presidente estadounidense Joe Biden habló con periodistas ayer a su llegada a la Casa Blanca para una reunión con los asesores involucrados en la negociación de un acuerdo. Cuando se le preguntó si Netanyahu estaba haciendo lo suficiente, Biden respondió: “No”. Insistió en que los negociadores siguen estando “muy cerca” de un acuerdo. “La esperanza es lo último que se pierde”, comentó.
CT