Huelga de transporte en Francia llega a un récord de 29 días
El presidente Emmanuel Macron pide un "compromiso rápido" entre el gobierno y los sindicatos
La huelga en los transportes en Francia contra la reforma del sistema de pensiones entró este jueves en su jornada número 29, un récord histórico, mientras sigue el bloqueo en las negociaciones con los sindicatos a la espera de nuevas movilizaciones la semana que viene.
La tregua de facto durante las vacaciones de fin de año permitió una leve mejoría este jueves, con solo una línea de metro totalmente cerrada en París y un tren de alta velocidad de cada dos circulando en el país.
En el invierno de 1986-1987 los trabajadores de la compañía francesa de ferrocarriles (SNCF) estuvieron en huelga 28 días.
Unos 200 manifestantes, entre ellos trabajadores del ferrocarril y funcionarios territoriales, se concentraron este jueves frente a una refinería en Donges (oeste de Francia) donde bloquearon las salidas.
Para el jueves 9 de enero hay convocada una nueva movilización nacional aunque a partir del próximo lunes están previstas manifestaciones de varias profesiones liberales, como los abogados, y en el sector petrolero.
El sindicato CGT en el sector químico pidió bloquear a partir del martes refinerías y depósitos petroleros durante cuatro días.
Por su parte el secretario general de CGT, Philippe Martinez, pidió a "todos los franceses que se movilicen, que vayan a las manifestaciones y se pongan en huelga".
La secretaria de Estado de Economía, Agnès Pannier-Runacher, condenó este tipo de movilizaciones. "El bloqueo de refinerías es ilegal. No es el derecho de manifestarse, el derecho a la huelga", afirmó a la cadena de televisión BFMTV.
"Compromiso rápido"
En su mensaje de fin de año, el presidente francés Emmanuel Macron pidió un "compromiso rápido" entre el gobierno y los sindicatos.
El ejecutivo apuesta por buscar una salida negociada con los sindicatos más reformistas (CFDT, CFTC et Unsa).
El detonante de la huelga es una reforma del sistema de pensiones que prevé fusionar los 42 regímenes de pensiones existentes en un sistema único y atrasar dos años la edad de jubilación (de 62 a 64 años) para recibir una pensión completa.
Esta última cuestión, que Macron no abordó en su mensaje, es uno de los principales obstáculos en las negociaciones y el número uno de la CFDT, Laurent Berger, dijo que se trata de "una línea roja", aunque el sindicato no ha pedido de momento participar en las manifestaciones del 9 de enero.
Macron sí aseguró que la reforma "tomará en cuenta las tareas difíciles para permitir a los que las ejercen irse antes".
Desde 2013 existe un sistema que calcula la dificultad de ciertos oficios en función de criterios como si hay que llevar cargas pesadas, usar agentes químicos peligrosos o sufrir vibraciones de maquinaria.
Sin embargo en 2017 se retiraron algunas condiciones de esta lista ante las protestas de los sindicatos, que quieren ahora seguir presionando ahora sobre la cuestión de la dureza de ciertos trabajos.
"Cuando uno tiene una carrera larga ya se tiene una edad de jubilación diferente. La dificultad (del trabajo) tiene que tomarse en cuenta", dijo el jueves la ministra de Transición Ecológica, Élisabeth Borne, a la cadena LCI.
Aseguró no obstante que es necesario atrasar dos años la edad de jubilación para mantener el equilibro financiero del Estado.
La edad legal de jubilación seguirá siendo de 62 años pero habrá que esperar hasta los 64 (una medida que se aplicará a partir de 2027) para tener una pensión completa.
"El sistema tiene que estar equilibrado pero estamos abiertos a las propuestas sindicales", aseguró la ministra.
La reforma del sistema de pensiones tiene que ser presentada en el consejo de ministros el próximo 22 de enero.
IM