HRW denuncia torturas en una prisión de Etiopía
El organismo recoge testimonios de 100 personas, de las cuales 70 son antiguos reos de esta cárcel, que sufrieron abusos sexuales, palizas, ahogamientos y electrocuciones
Human Rights Watch (HRW) denunció hoy casos de torturas, palizas y abusos sexuales en la prisión etíope de Ogadén, en la secesionista Región Somalí (extremo este), cometidos por las fuerzas de seguridad y un grupo paramilitar local.
"Estuve en aislamiento en total oscuridad durante la mayoría de mi condena de tres años. Sólo me dejaban salir por la noche para torturarme".
En un informe publicado hoy en Nairobi, HRW recoge testimonios de 100 personas, de las cuales 70 son antiguos presos de esta cárcel que hablaron sobre las torturas sufridas.
"Estuve en aislamiento en total oscuridad durante la mayoría de mi condena de tres años. Sólo me dejaban salir por la noche para torturarme", afirma un testigo que sufrió electrocución en sus genitales, ahogamientos, y otras torturas.
Además, la organización defensora de los derechos humanos recopila testimonios de detenidos a los que les obligaban a pelearse entre ellos con barras de metal, humillaciones públicas, mujeres que dieron a luz en prisión sin ninguna ayuda médica y violaciones.
HRW pide al primer ministro etíope, Abiy Ahmed, que investigue esta situación, ahora que ya ha admitido que en Etiopía se han cometido torturas.
"El primer ministro etíope ha reconocido que las fuerzas de seguridad han torturado a los etíopes, pero aún tiene que abordar la cultura de impunidad en Etiopía y asegurar que las fuerzas de seguridad rinden cuentas por sus abusos", señaló el investigador de la organización Felix Horne.
Abiy, que pertenece a la coalición que gobierna Etiopía desde hace 27 años y accedió al poder en abril pasado, dijo hace semanas, en una confesión inédita: "la Constitución no dice en ninguna parte que podamos encerrar a gente en habitaciones oscuras ni que podamos torturar tanto a la gente que algunas víctimas hayan quedado discapacitadas".
Ayer, el fiscal general de Etiopía, Berhanu Tsegaye, mandó suspender de sus cargos a todos los jefes de centros de detenciones y prisiones del país por "haber fallado en sus responsabilidades y en el respeto a los derechos humanos de los detenidos", aunque no hizo una mención especial a esta prisión de la Región Somalí.
En la prisión de Ogadén (nombre con el que también se conoce a la Región Somalí) opera también la "Policía Liyu", que significa "especial" en amárico y que se estableció como una fuerza paramilitar antiterrorista para combatir al Frente Nacional de Liberación de Ogadén (ONLF), un partido político con tintes separatistas.
Esta milicia paramilitar llegó a estar comandada por el jefe de seguridad de la región Abdi Mohammed Omar, convertido en 2010 en presidente de ese territorio, que históricamente ha intentado unirse a Somalia o alcanzar la independencia.
HRW ha documentado casos de ejecuciones extrajudiciales de esta milicia, que mantiene estrechos lazos con el Gobierno regional.
Este fin de semana, el Gobierno de Abiy anunció que va a retirar la calificación de "grupo terrorista" al ONLF y otros dos grandes partidos de la oposición, entre ellos la principal formación en el exilio, Ginbot 7.
La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía ha visitado la prisión de Ogadén en varias ocasiones desde 2011, pero sus consideraciones e informes posteriores no han salido a la luz, según explica HRW.
Por eso, añade la organización, Etiopía debe crear una comisión de expertos que investiguen los abusos cometidos en esta cárcel, de los que también fueron objeto mujeres embarazadas y niños.