HRW denuncia que menores migrantes duermen en calles de París
Según la ONG, hay unos 400 niños sin compañía que pasan la noche al raso en la capital francesa
Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que centenares de menores migrantes no acompañados duermen al raso en las calles de París y criticó a las autoridades francesas por no hacerse cargo de ellos como establece la ley.
"Estos niños han padecido mucho durante sus peligrosos y difíciles viajes y cuando llegan a lo que creen su punto final se les niega la protección que necesitan".
En un informe difundido hoy, la ONG reprobó al Estado por la forma "arbitraria" con la que actúa para determinar si un joven es o no menor de 18 años tanto cuando carece de papeles, como cuando los tiene.
"Las autoridades de protección y los jueces dudan de partidas de nacimiento, pasaportes y otros documentos de identidad, a pesar de que la regla en Francia es que esos documentos son presuntamente válidos siempre que no haya razones reales para desconfiar", indicó.
Según la ONG, hay unos 400 menores sin compañía que duermen al raso en la capital francesa, una estimación "a la baja" y que sitúa a la mayoría en el noreste, junto al canal de Saint-Martin.
HRW lamentó la falta de un protocolo correcto de actuación: "Muchas candidaturas al sistema de protección de la infancia son descartadas de forma inadecuada y abrupta, basándose apenas en la apariencia, mientras que otras se rechazan sin decisiones por escrito al término de una entrevista de solo cinco minutos".
Según la directora en Francia de HRW, Bénédicte Jeannerod, los jóvenes se someten a procesos de estudio "complejos" que les dejan "en un limbo" durante meses.
"Estos niños -muchos huyendo de la represión y la guerra- han padecido mucho durante sus peligrosos y difíciles viajes y cuando llegan a lo que creen su punto final se les niega la protección que necesitan", dijo Jeannerod, quien pidió a las autoridades hacerse cargo de ellos evocando el "beneficio de la duda".
La organización recriminó también que para determinar la edad se les hagan análisis médicos como las pruebas de huesos, un "método no fiable" para los adolescentes cercanos a los 18 años.
En un video divulgado por la ONG, se abordan los casos de dos jóvenes de 16 años: el de Berhouz, procedente de Afganistán, y el de Daouda, de Guinea-Conakry.
"Nada más llegar a París, fui a la Porte de la Chapelle (noreste). Allí me encontré a otro guineano y le pregunté: '¿Qué hace toda esta gente en la calle?', y él me respondió: 'Esto es París. Aquí se duerme en la calle'", rememoró Daouda.
Berhouz, quien duerme en una tienda de campaña junto al canal de Saint-Martin, relató su calvario.
"Me dijeron que tenía 18 años, por lo que no me podían acoger. Me dejaron en la calle, donde casi no puedo dormir por el ruido de los coches. Llevo esperando cinco meses a que me den cita con el juez para que se resuelva mi situación", contó.