Francia prepara baja fiscal en respuesta a "chalecos amarillos"
La medida se desprende del debate nacional lanzado como respuesta al descontento ciudadano
El Gobierno francés prepara una rebaja importante de impuestos como principal medida de respuesta a las protestas que desde noviembre pasado protagonizan los "chalecos amarillos", anunció este lunes el primer ministro, Edouard Philippe.
Aunque las medidas concretas serán desveladas a mediados de mes por el presidente, Emmanuel Macron, el jefe del Ejecutivo desgranó las principales líneas que se desprenden del "gran debate nacional", lanzado como respuesta al descontento ciudadano y que ha durado tres meses.
En ese periodo se han recibido dos millones de propuestas a través de internet y se han organizado 10 mil debates locales en los que han participado medio millón de personas, según el Gobierno.
En total, de una forma u otra, 1.5 millones de personas han participado en el "gran debate", lanzado por Macron en el momento más álgido de las protestas de los "chalecos amarillos", que en las últimas semanas se han ido moderando.
Este heterogéneo colectivo no ha participado en la iniciativa gubernamental, al tiempo que sus portavoces han asegurado que no lo consideran legítimo.
Philippe agradeció a los franceses que han enriquecido el debate del que, dijo, se desprenden cuatro grandes líneas: una profunda reforma fiscal, una mayor cercanía institucional, un incremento de la representatividad democrática y la adopción urgente de medidas contra el calentamiento climático.
El jefe del Gobierno ha analizado las contribuciones de los franceses para llegar a estas conclusiones, aseguró que adoptarán "un cambio radical" y recordó que será Macron quien anuncie las medidas concretas en unos días.
En concreto, el primer ministro aseguró que bajarán los impuestos porque del descontento ciudadano se desprende que "ya no toleran más" subidas fiscales.
La oposición se mostró crítica con estos anuncios en plena precampaña de las elecciones europeas que el partido de Macron afronta como favorito de las encuestas, aunque con una leve ventaja frente a la ultraderecha, que ganó los comicios hace cinco años con un cuarto de los votos.
IM