Asimina Psalti, de 87, reacciona afuera de su casa quemada en Mati, Grecia. La pequeña ciudad costera ubicada al este de Atenas ha quedado en cenizas, tras uno de los incendios desatados en el país.
Toma aérea de una zona quemada de Mati. El fuego se ha cobrado al menos 74 vidas y ha dejado 182 heridos.
Una mujer reacciona en una calle con vehículos calcinados. La mayoría de las víctimas perecieron en sus casas o en sus vehículos, arrasados por las llamas que se propagaron con suma rapidez.
Bomberos trasladan el cuerpo de una persona. La cifra de muertos puede aumentar puesto que se siguen buscando víctimas.
Residentes observan los destrozos registrados en una propiedad tras el paso de las llamas.
El incendio en Mati. El mayor incendio en más de una década en Grecia comenzó ayer con varios fuegos en una zona forestal a 50 kilómetros al suroeste de Atenas que obligaron a evacuar varias poblaciones.
Rescatistas en una residencia donde se encontraron varios cuerpos. En el balneario se hallaron 26 cadáveres abrazados en grupos, probablemente en un intento por protegerse.
La mayoría de las casas de la población están rodeadas de pinos. Muchos sobrevivientes corrieron hacia la playa y huyeron al mar.
Varios vecinos señalan haber escuchado numerosas explosiones debido a bombonas de gas, muy comunes en las residencias de verano. AFP/A. Tzortzinis
Un habitante observa los daños tras el paso de las llamas. El gobierno griego anunció la llegada a la zona el miércoles de 308 ingenieros para acelerar el inventario de daños.
Un helicóptero carga agua de mar para combatir las llamas.
El fuego en Mati se propagó por los vientos, que llevaban ráfagas de más de 100 km/h.