Filipinas inicia evacuaciones ante la llegada de gran tifón
''Mangkhut'', que es considerado el cilcón más fuerte y grande de lo que va de año, podría azotar la provincia de Cagayán el sábado
Las autoridades de Filipinas comenzaron a evacuar el jueves a miles de personas de la trayectoria del tifón más potente del año, cerraron escuelas y prepararon las topadoras para posibles deslaves, además de alistar al personal de auxilio en el norte del país.
Más de cuatro millones de personas viven en las áreas de mayor riesgo por la tormenta.
''Mangkhut'', que es considerado el tifón más fuerte y grande de lo que va de año, podría azotar la provincia de Cagayán el sábado. Su centro estaba el jueves a unos 725 kilómetros de distancia sobre el Océano Pacífico y tenía vientos sostenidos de 205 kilómetros por hora con rachas de hasta 255 kilómetros por hora.
Con una gigantesca banda de nubes de agua de 900 kilómetros de ancho, combinada con las lluvias monzónicas de la temporada, el tifón ocasionará intensos aguaceros que podrían traer aludes e inundaciones repentinas, según los meteorólogos. Había alerta de tormenta en 25 provincias en toda la isla de Luzón, en el norte, además de que se restringieron los viajes por aire y mar.
El jefe de la defensa civil, Ricardo Jalad, dijo en una reunión de emergencia encabezada por el presidente filipino Rodrigo Duterte que unas 4.2 millones de personas en Cagayán, la provincia vecina de Isabela y regiones provinciales periféricas son vulnerables a los efectos más destructivos cerca del ojo del tifón de 125 kilómetros de ancho. Casi 48 mil casas en esas áreas de mayor riesgo están hechas de materiales livianos y vulnerables a los feroces vientos de ''Mangkhut''.
En todo el norte, las personas cubrieron las ventanas con tablones, apuntalaron casas con cuerdas y pusieron bajo resguardo sus botes.
El gobernador de Cagayán, Manuel Mamba, dijo por teléfono que ya habían comenzado las evacuaciones de los residentes de las amenazadas zonas costeras y municipios insulares del norte de la provincia y que se cancelaron las clases a todos los niveles.
''El tiempo aquí todavía es bueno, pero los estamos sacando ahora porque es muy importante que cuando llegue el tifón la gente esté alejada del peligro'', dijo Mamba.
Las fuerzas gubernamentales estaban en alerta máxima.
Duterte pidió a funcionarios del gabinete en el norte que ayuden a supervisar las labores de respuesta al desastre en caso necesario y dijo al los reporteros que era demasiado pronto para considerar pedir ayuda extranjera.
''Depende de la gravedad de la crisis'', dijo Duterte. ''Si el tifón arrasa con todo, es posible que vayamos a necesitar ayuda'', agregó el presidente.
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