Estos animales salvaron en un día un ecosistema destruido por un volcán
Muchas veces estos animales son considerados como plagas, pero tienen un papel importante en la regeneración de vida vegetal y animal
En el año 1980, en el Monte Santa Helena en Estados Unidos, ocurrió una erupción volcánica que ha sido la más destructiva en la historia de dicho país, ya que cobró la vida de 57 personas y causó daños ecológicos muy grandes. Esta erupción provocó que el medio ambiente en los alrededores del volcán tardaran mucho tiempo en recuperarse.
Los científicos propusieron muchas ideas para ayudar a la reconstrucción del medio ambiente, por lo que la mejor idea fue dejar que unos pequeños animalitos ayudaran a arreglar el ecosistema dañado. Los resultados fueron tan favorables que, 40 años después, se siguen notando los efectos positivos de estos animales en el volcán.
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De acuerdo con un informe de la Universidad de California, decidieron dejar varios topos para que ayudaran a regenerar la vida alrededor del volcán. Los expertos los dejaron en los alrededores del volcán para que al desenterrar bacterias y hongos que son muy beneficiosos para el medio ambiente, los topos serían capaces de regenerar la vida animal y vegetal que se había destruido debido a la erupción del Monte Santa Helena.
Dos años después de haberlos dejado, los científicos pudieron notar grandes cambios, ya que los topos son animales excavadores, conocidos por su gran habilidad para hacer túneles y caminos a través de la hojarasca, la vegetación y el suelo. Esto les permitió mover la tierra vieja y hacer que la vida se regenere poco a poco.
Según el microbiólogo Michael Allen, muchas veces estos animales son considerados como plagas, pero tienen un papel importante en la regeneración de vida vegetal y animal, ya que después de seis años, la tierra donde los topos habían sido dejados había prosperado. En cambio, la tierra que no había tratado con topos seguía siendo estéril.
Además, un estudio publicado en la revista Frontiers, indica que la comunidad microbiana fomentada en las tierras donde estaban los topos, permitieron que la vida vegetal prosperara en el lugar. De esta manera, los hongos micorrícicos contribuyeron al crecimiento de las plantas en la zona.
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GG