Trump recula y excluye la prohibición del aborto
El plan traza la ruta de un Gobierno conservador, aunque dejando libertad a los Estados
El programa electoral aprobado ayer por el Partido Republicano para un segundo mandato de DonaldTrump, excluye referencias a la prohibición nacional del aborto, deportación masiva de migrantes y un escudo antimisiles, en un intento de ganarse a los votantes moderados e indecisos.
El plan de 20 puntos, avalado por el Comité Nacional Republicano días antes de que Trump sea nominado oficialmente como su candidato, traza la hoja de ruta para un futuro Gobierno conservador, los republicanos se limitan a decir que se opondrán a “los abortos tardíos” y que apoyarán el acceso a anticonceptivos y a tratamientos de fertilidad.
Según afirma el partido en el documento, la Constitución establece que cada uno de los 50 Estados del país es libre de adoptar la legislación que crea necesaria para proteger el derecho a “la vida”, reforzando así la visión de Trump de que el aborto no debe regularse a nivel federal.
El magnate teme que una posición muy radical contra el aborto le pase factura en las elecciones del 5 de noviembre contra su rival, el presidente demócrata JoeBiden.
El republicano ha desoído hasta ahora las voces más extremistas del partido que le piden una prohibición nacional de la interrupción del embarazo y sostiene públicamente que cada Estado debe poder legislar sobre este asunto. Trump, de hecho, se atribuye el mérito de que el Tribunal Supremo, con tres jueces conservadores nominados por él, tumbó el derecho federal al aborto en 2022 y dejó en manos de los Estados la posibilidad de prohibirlo de acuerdo a cada legislación local.
La campaña de reelección de Biden usa a menudo el tema de los derechos reproductivos de las mujeres para atacar a Trump, a quien los progresistas acusan de tener un plan secreto para prohibir el aborto en todo el país.
Desde que el Supremo Tribunal de Justicia de Estados Unidos eliminó la protección existente desde 1973, decenas de Estados han elaborado legislaciones restrictivas: en 14 es imposible abortar o el límite son seis semanas, cuando muchas mujeres no saben que están embarazadas, y en otros siete se han puesto impedimentos y bajado plazos.
En la mayoría de los 21 no hay excepciones ni por violación ni por incesto y sólo se puede cuando la vida de la madre está en peligro, una situación que tiene aterrados a los médicos que practican abortos, quienes pueden enfrentarse a penas de hasta 99 años de prisión.
EFE
De gira por los Estados indecisos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó ayer a los demócratas a poner fin al "drama" interno y centrarse en derrotar al ex mandatario Donald Trump (2017-2021) en las elecciones de noviembre próximo, en lugar de cuestionar su candidatura.
Biden hizo estas declaraciones en una carta de dos páginas dirigida a los miembros de su partido en el Congreso y en la que argumentó que “la cuestión de cómo avanzar se ha planteado públicamente durante más de una semana” y es hora de que “esto termine. Es hora de unirnos, avanzar como un partido unificado y derrotar a Donald Trump", afirmó en la misiva, distribuida por su campaña.
Más tarde, su esposa Jill, dio ejemplo con un discurso de acercamiento entre el presidente Joe y las familias de militares durante una gira de campaña por los Estados más disputados.
Voz del experto
Juan Russo, politólogo
Crisis en las nuevas clases políticas
Para el politólogo Juan Russo, en el mundo hay “una nueva clase política” la cual considera que “emerge en las democracias occidentales como resultado de la profunda crisis de representación post 2007-2008”.
La tendencia a nivel mundial tiene que ver con determinaciones radicales, que no por ello sean las mejores, pero que sí les aseguran votantes y aliados en el poder, consideró Russo.
“Las raíces más exploradas se encuentran, al igual que sucedió en el primer trienio del siglo XX, en crisis socioeconómicas que reestructuraron el orden político mundial. Como ocurrió entonces, las alternativas de centro se esfuman, y predominan gestiones radicales, personalistas y centralizadas. En esta ocasión, líderes distanciados del control de densas organizaciones partidarias y, al mismo tiempo, simbióticos con las nuevas tecnologías, con la comunicación personalísima e inmediata de las redes”.
“La nueva representación se convierte en una sobrerrepresentación política-teatral, con sobreactuaciones en el rechazo (o adhesión) a otros políticos o políticas. La trama inverosímil y excéntrica, típica de la opereta, es el nuevo estilo de la política occidental”.
El especialista en política, considera que las diferencias radicales de gobernar se están haciendo una constante. “¿Qué une a estos altisonantes líderes actuales, Javier Milei y Donald Trump, que los hace ser miembros de una misma familia política? Claramente no es lo programático; Milei es proglobal, adherido a estrictas políticas neoliberales y, como tal, defiende un mix de valores tradicionalistas con libertad irrestricta de los mercados. Por el contrario, Trump es (junto con Le Pen) antiglobal, neonacionalista y favorable a un Estado proteccionista. A pesar de estos contrastes, ambos prometen la recuperación de un pasado grandioso y perdido. MAGA -Make America Great Again- es, como lo destacó el propio Trump, un lema común a ambos. Pero esta promesa, regresiva y utópica, refleja no sólo orientaciones de las nuevas élites, sino fundamentalmente cambios en las propias comunidades políticas”.
CT