Nueva ley fronteriza reabre debate sobre inmigrantes
Cerrarían la frontera en caso de que crucen ilegalmente más de cinco mil personas en un día
Partidarios de una nueva ley fronteriza combaten afirmaciones de que se permitiría que entraran más inmigrantes. Es una de las disposiciones más reñidas del paquete bipartidista de seguridad fronteriza, y hubo que persuadir a los demócratas para que incluyeran un nuevo poder, y así el Gobierno de Estados Unidos bloquee la entrada a inmigrantes.
Ahora es la línea central de ataque de muchos republicanos que se oponen al proyecto, con algunos que afirman que incentivaría aún más cruces fronterizos.
En cuestión está una disposición del paquete bipartidista que otorgaría al secretario de Seguridad Nacional autoridad de emergencia para prohibir la entrada a la mayoría de las personas si un promedio de más de cuatro mil personas por día intenta ingresar al país ilegalmente en el transcurso de una semana. Si el número llega a cinco mil ó si ocho mil 500 intentan entrar ilegalmente en un sólo día, el uso de la autoridad sería obligatorio.
El proyecto de ley, publicado por los senadores, también haría más difícil solicitar asilo en la frontera y ampliaría los centros de detención, entre otros esfuerzos para reducir la cantidad de inmigrantes.
Si la propuesta se convirtiera en ley, la nueva autoridad podría activarse casi de inmediato, dado que los encuentros fronterizos superaron los 10 mil algunos días de diciembre, que fue el mes con mayor número de cruces ilegales desde que se llevan registros. El presidente JoeBiden ha dicho que utilizaría la autoridad para “cerrar” la frontera.
No obstante, muchos republicanos dicen que la cifra debería ser cero. Y algunos incluso han creado la imagen de que el proyecto de ley en realidad permitiría la entrada de cinco mil inmigrantes adicionales en un día, o flexibilizaría los estándares actuales.
Temen el efecto contrario
La legislación “incentivaría aún más que miles de ilegales cruzaran nuestras fronteras diariamente”, publicó la representante de Nueva York Elise Stefanik -la republicana número cuatro en la Cámara-, en X.
Incluso antes de que se publicara el texto, el ex presidente Donald Trump calificó la idea de un umbral de cinco mil como “algo que rompe récords”, y dijo que apoyar el paquete -que también incluye 60 mil millones de dólares en ayuda para Ucrania en tiempos de guerra- es un “deseo suicida” para los republicanos.
La rápida y ruidosa oposición de los legisladores republicanos, quienes durante mucho tiempo han pedido medidas fronterizas más estrictas, ha frustrado a algunos miembros de su propio partido. La reacción negativa sugiere que el proyecto de ley bipartidista tiene pocas posibilidades de ser aprobado, especialmente en un año electoral. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, lo calificó de “muerto al nacer” y apareció un nuevo hashtag en la cuenta de X de los republicanos de la Cámara: #killthebill (#matenelproyectodeley).
Un vistazo a lo que haría el proyecto de ley
Los tres principales negociadores del proyecto de ley del Senado -el senador republicano James Lankford, de Oklahoma, la senadora independiente KyrstenSinema, de Arizona, y el senador demócrata ChrisMurphy, de Connecticut- han rechazado las críticas al proyecto de ley. Enfatizan que mantendría fuera a más gente en lugar de permitir que entraran más personas, y que los migrantes no podrían solicitar asilo en absoluto si los cruces fronterizos ilegales alcanzan ciertas cantidades.
La política es similar a la que utilizó por vez primera Trump. Conocida como Título 42, justificó la rápida expulsión de inmigrantes del país en nombre de detener la propagación de COVID-19.
Lankford ha enfatizado en reiteradas ocasiones que la autoridad de emergencia “no está diseñada para dejar entrar a cinco mil personas, sino para cerrar la frontera y hacer que cinco mil personas regresen” por donde venían.
Después de reunirse con los republicanos en el Capitolio el lunes por la noche, Lankford dijo a los periodistas que las personas lo entienden una vez que él lo explica, “pero se ha dicho mal tantas veces que la gente inmediatamente vuelve a decir: ‘esto permite que cinco mil personas entren en un día’, lo cual es sencillamente incorrecto, pero si lo dices suficientes veces, suena cierto”.
Al mismo tiempo, Lankford se mostró dispuesto a modificar el proyecto de ley, ya que los republicanos se han opuesto a él.
Sinema señaló que muchas de esas personas son ahora liberadas en el país según la ley actual. “Estamos dando herramientas a este Gobierno y a los Gobiernos futuros para que realmente obtengan el control de la frontera”, agregó.
Murphy publicó en X: “Esta línea de ataque (que el proyecto de ley “acepta cinco mil inmigrantes ilegales por día”) es simplemente una necedad inventada de mala fe”.
Pero algunos republicanos críticos del proyecto de ley dijeron que no aceptarían ninguna medida de seguridad fronteriza a menos que cerrara la frontera por completo.
El senador de Idaho, Jim Risch, quien ha sido un firme partidario de la ayuda a Ucrania, publicó en X: “Un inmigrante ilegal. Es uno en exceso. ¿Cinco mil? Absolutamente no”.
Ligado a la ayuda a Ucrania
El otoño pasado, cuando el manejo de la frontera por parte de Biden se convirtió en un tema político importante para Trump y su partido, los republicanos de la Cámara de Representantes impulsaron por primera vez la idea de ligar la ayuda a Ucrania con la seguridad fronteriza. Algunos republicanos que se oponían al dinero para Ucrania especularon en privado que los demócratas nunca apoyarían una aplicación fronteriza más estricta.
Pero cuando los demócratas aceptaron a regañadientes la idea como una manera de aprobar la ayuda a Ucrania y comenzaron negociaciones bipartidistas serias en el Senado, los republicanos de la cámara baja dejaron claro que no estaban dispuestos a llegar a un acuerdo.
Johnson, recién elegido tras la destitución del entonces presidente Kevin McCarthy en octubre, señaló en un viaje a la frontera a principios de año que sólo aceptaría una versión más estricta de la legislación de seguridad fronteriza aprobada por el cuerpo legislativo, lo que era inviable para los demócratas.
“Si se parece a la (Ley de Seguridad Fronteriza de 2023) H.R. 2, hablaremos de ello”, dijo Johnson sobre cualquier legislación fronteriza que surja del Senado.
Después de que se publicara el texto del proyecto de ley del Senado el domingo, los republicanos de la Cámara de Representantes y algunos republicanos del Senado dijeron de inmediato que se opondrían a él. Muchos ahora dicen que la legislación no es necesaria en absoluto porque Biden tiene la autoridad para realizar los cambios necesarios, mientras, al mismo tiempo, ellos impulsan su propia versión del proyecto de ley.
“No se equivoquen: las políticas del presidente Biden son las responsables absolutas de la crisis en la frontera; no existe una solución legislativa para su grave imprudencia”, dijo el representante Carlos Gimenez, republicano por Florida.
Biden ha dicho que, si el proyecto de ley se aprueba, “me daría como presidente la autoridad de emergencia para cerrar la frontera hasta que vuelva a estar bajo control. Si ese proyecto de ley fuera ley hoy, cerraría la frontera ahora mismo y la arreglaría rápidamente”.
Si se utilizara este poder, el comercio continuaría, las personas que son ciudadanos y residentes legales podrían seguir yendo y viniendo, y los inmigrantes aún podrían presentar su solicitud en los puertos de entrada; y una vez que el promedio de cruces ilegales cayera en un 75%, el Gobierno tendría dos semanas para poner fin al uso de la autoridad de emergencia.
Influye el año electoral
Independientemente de los detalles, algunos republicanos han reconocido que la política divisiva del asunto podría ser demasiado difícil de superar, especialmente en un año electoral. Y Trump, quien va al frente para la nominación presidencial del Partido Republicano, la ha condenado, lo que dificulta a muchos republicanos el apoyarla.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, quien ha respaldado el compromiso, admitió el desafío en una reunión con senadores republicanos hace dos semanas. El tema fronterizo solía unirnos, dijo, pero ahora nos divide. Reconoció que tal vez no tenga los votos necesarios para aprobarlo, aunque agregó que él personalmente lo apoya.
El senador de Oklahoma Markwayne Mullin, republicano y ex miembro de la Cámara de Representantes, dijo que la percepción de que el proyecto de ley no era lo suficientemente fuerte “ya existía” incluso antes de que se publicara el texto.
“Hay mucha gente que busca la reelección”, explicó Mullin. “Y la percepción del pueblo estadounidense es que (el proyecto de ley) es malo. Así que es realmente difícil adelantarse a eso”.
Dan Crenshaw, representante republicano por Texas, escribió en una publicación en X en días pasados que “la ley de inmigración es compleja y confusa”.
AP
La CNDH señala que ninguna estación del INM es adecuada
La titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, aseguró que ninguna estación y estancia migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Gobernación, es adecuada. “Trece de ellas son insuficientes, 21 son inadecuadas y el resto se encuentran en situación crítica”, dijo.
Al presentar el “Informe Especial sobre las condiciones de las Estancias y Estaciones Migratorias: Hacia un nuevo modelo para la atención de la migración irregular”, la ombudsperson propuso realizar las adecuaciones normativas y de infraestructura para garantizar que las estancias y estaciones migratorias operen acorde al marco legal y con irrestricto apego a los derechos humanos.
Dijo que también es necesario que esos sitios cuenten con personal de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para atender las solicitudes de reconocimiento, de la condición de refugiado o brinden protección complementaria. Piedra Ibarra indicó que se deben adoptar medidas eficaces para garantizar que las personas migrantes no permanezcan en estancias y estaciones migratorias por más de 36 horas.
El Universal
EU deportó a más de medio millón de personas
Estados Unidos ha deportado en casi 10 meses a 530 mil migrantes que han entrado al país ilegalmente, una cifra “récord”, informó un funcionario del Departamento de Seguridad Interior (DHS).
“Desde el 12 de mayo cuando se levantó la emergencia de salud pública en la frontera ya hemos repatriado más de 530 mil personas, un récord para este tiempo”, afirmó el subsecretario de política fronteriza e inmigración del DHS, Blas Núñez-Neto, en una rueda de prensa.
La gran mayoría “cruzaron la frontera suroeste, incluyendo más de 88 mil miembros de familias”, añadió.
En mayo el Gobierno del presidente demócrata Joe Biden levantó una norma sanitaria que permitía bloquear en la frontera a casi todos los migrantes que llegaban sin la documentación necesaria para entrar.
Para contrarrestar la suspensión introdujo “vías legales” que obligan a los migrantes a pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil o a hacer los trámites en los países por los que pasan, por ejemplo acogiéndose a permisos humanitarios y de reunificación familiar.
Aquellos que intentan entrar en el país eludiendo estas vías pueden ser expulsados mediante repatriaciones aceleradas.
“Seguimos imponiendo consecuencias serias en la frontera para las personas que cruzan de manera ilegal”, advirtió el funcionario.
Los vuelos de expulsión tuvieron como destino más de 130 países.
La migración es uno de los temas candentes de la campaña para las presidenciales de noviembre, sobre todo para Biden, a quien los republicanos acusan de haber permitido la entrada de un récord de migrantes.
En diciembre pasado las autoridades fronterizas interceptaron a migrantes y solicitantes de asilo 302 mil veces en la frontera con México.
Estos vuelos podrían complicarse con Venezuela, que ha amenazado con suspenderlos si el Gobierno estadounidense reimpone en abril las sanciones al sector petrolero que levantó en octubre, después de haberlo hecho con el aurífero.
Washington ha advertido que las reimpondrá si el Gobierno del mandatario venezolano Nicolás Maduro sigue incumpliendo un acuerdo alcanzado con la oposición.
AFP
CT