Venezuela decide su futuro en las urnas este domingo
El legado de Hugo Chávez permanece en la conciencia de sus partidarios y detractores
Con movilizaciones y concentraciones de un extremo a otro de la capital venezolana, el oficialismo y la oposición salieron ayer a medir sus fuerzas en el cierre de la campaña electoral para los comicios del domingo en los que el presidente Nicolás Maduro se juega la reelección por un tercer mandato.
La campaña estuvo dominada en las semanas previas por la polarización y la tensión ante los mensajes de Maduro de que una victoria del bloque opositor, liderado por María Corina Machado con la candidatura de Edmundo González, podría desatar un “baño de sangre” en el país.Analistas y observadores han dicho que en estas elecciones la oposición venezolana tiene posibilidades reales de ganar.
En los 11 años de mandato de Maduro, Venezuela ha vivido la peor crisis económica y social de su historia reciente, que llevó a más de siete millones de venezolanos a migrar. El presidente prometió que a partir del 29 de julio se consolidará la recuperación y aseguró que el país ya “está renaciendo como el ave fénix”.
Caracas se pinta de rojo
Ante varios miles de seguidores, en su discurso de cierre, Maduro llamó a los venezolanos a salir a sufragar el domingo y aseguró que en la votación se decidirá “el futuro de Venezuela para los próximos años”.
“Sólo nosotros garantizamos la paz y la estabilidad de este país”, afirmó el mandatario durante una multitudinaria concentración en el Centro de Caracas, en la que también lanzó críticas contra sus adversarios a los que llamó “patarucos”, un apelativo para los gallos de pelea que se consideran de “mala raza”.
“¿Quién de los 10 candidatos garantiza la paz y la estabilidad?”, preguntó Maduro, de forma retórica, y preguntó a sus seguidores “si quieren que llegue un presidente monigote a privatizar”.
Su discurso incendiario cayó como una antorcha en hierba seca, levantando la emoción de sus simpatizantes.
Desde comienzo de la jornada, el oficialismo instaló en varios puntos de Caracas tarimas para recibir a los miles seguidores de Maduro y a empleados públicos, provenientes de diferentes partes del país, que viajaron a la capital para participar en el cierre de campaña.
El mayor despliegue se concentró en la céntrica avenida Bolívar, donde al ritmo de canciones de salsa, reggaetón y temas musicales que se utilizaron en anteriores campañas, se fueron aglomerando miles de manifestantes vestidos con camisetas rojas y gorras con dibujos de gallos en alusión al “gallo pinto”, que es la imagen de campaña de Maduro.
A un lado de la céntrica avenida estaba Eggla García, una jubilada de 72 años, quien afirmó que decidió asistir a la concentración por “el amor por mi presidente Nicolás Maduro y sobre todo el recuerdo de nuestro comandante (Hugo) Chávez que fue el precursor de este gran movimiento”.
García dijo que espera que el recuerdo de Chávez, que gobernó Venezuela entre 1999 y 2013, “movilice a todos a votar” el 28 de julio, fecha en la que nació el fallecido mandatario.
La oposición muestra su músculo
La coalición opositora, que promete un cambio para Venezuela tras 25 años de gobiernos autodenominados socialistas, llamó a sus seguidores a una concentración en una barriada de clase media del este de la capital, uno de sus principales bastiones.
La avenida principal de Las Mercedes, de más de un kilómetro de largo, sirvió de escenario para la concentración opositora donde desde media tarde se congregaron varios miles de opositores a la espera de la llegada de Machado y González. Entre la multitud estaba Belkis Bruzual, una ama de casa de 60 años, levantando un cartel en el que se leía “Catia presente. Somos los enemigos silenciosos del régimen. No se confíen, no todo es rojo”.
Con sus ojos llenos de lágrimas, Bruzual expresó que espera que a partir del 28 de julio se abra una “nueva esperanza” que permita que sus dos hijas, que migraron hace siete años, puedan retornar al país.
“No espero nunca un mesías. Esperemos que los venezolanos resolvamos solos el problema en el que estamos metidos”, dijo la ama de casa al reconocer que el mayor reto que enfrenta la población es “vencer el miedo”.
A pesar de no conocer otros gobiernos que no hayan surgido del PSUV en las últimas dos décadas, Jorge Rosales, un publicista de 24 años, indicó que sueña con que a partir de lunes “se abra un proceso de cambio... El chavismo no sirve, el chavismo es sinónimo de hambre, es sinónimo de pobreza”.
Rosales negó que los sectores opositores al gobierno se concentren entre las clases media y alta del país, y señaló que su comunidad popular de Sarria, en el Norte de la capital, es el mejor ejemplo de ello. Más temprano, Machado dijo a la prensa que las elecciones del domingo van “a pasar a la historia”.
“Vivimos el cierre de un ciclo y el nacimiento de una nueva era”, agregó.
Radiografía a una nación agotada
Ejecutivo - Durante 25 años, el chavismo se ha mantenido en el poder, con tiempos prósperos -financiados por la renta petrolera- y otros de crisis, sobre todo, en la última década, cuando la corrupción, los controles a la economía y las múltiples estatizaciones -factores que continuaron con Maduro- pasaron factura.
Control - Los poderes Legislativo y Judicial están bajo el control del chavismo, con un Parlamento de contundente mayoría oficialista -más del 90 % de los 277 escaños- y un Supremo “sin autonomía ni imparcialidad”, aseguran diversas ONG que señalan como ejemplo de ello la ratificación, en enero pasado, de la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado, ganadora de las primarias de octubre.
Oposición - El antichavismo mayoritario está de vuelta al juego electoral, a diferencia de los comicios presidenciales de 2018, cuando optó por la abstención. Ahora está enfocado en conseguir la mayor cantidad de votos, mientras sortea “obstáculos” y enfrenta -según denuncia- un recrudecimiento de la “persecución” en su contra.
La economía - Tras caer más de un 70% entre 2013 y 2020, según cálculos independientes, la economía registra mejoras en sectores como petróleo, manufactura, comercio y agricultura, mientras que la inflación cayó al nivel más bajo en los últimos 12 años.
EU monitoreará con atención la jornada electoral
La Casa Blanca advirtió que cualquier “represión política” y acto de “violencia” en las elecciones de Venezuela del próximo domingo será “inaceptable”, y expresó su deseo de que los resultados de los comicios “reflejen la voluntad y las aspiraciones del pueblo venezolano para un futuro más democrático, estable y próspero”.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, encargado de Exteriores, expresó que “apoyamos las elecciones pacíficas que esperamos que se celebren el domingo, elecciones que esperamos que reflejen la voluntad y las aspiraciones del pueblo venezolano para un futuro más democrático, estable y próspero.
“Cualquier represión política y violencia es inaceptable. Y, por supuesto, independientemente de quién gane, animamos a ambos candidatos a que se comprometan con los resultados de manera pacífica y a trabajar juntos por el bien de todos los venezolanos”, añadió.
Un periodista le preguntó a Kirby si cree que el presidente venezolano y candidato a la reelección, Nicolás Maduro, podría tomar acciones para supuestamente manipular el resultado electoral, ante lo que el portavoz dijo que es “difícil saber exactamente cómo se desarrollará esto”.
“La razón por la que lo he mencionado esto es para dejarle claro al señor Maduro que estamos atentos. Estamos observando esto de cerca. Las elecciones deben ser libres y justas, sin represión, sin intimidación a los votantes, y de nuevo, independientemente de quién gane, nuestra expectativa es que el ganador continúe velando por las instituciones democráticas”, afirmó.
Cuestionado sobre si Estados Unidos está preocupado sobre la posibilidad de que haya violencia, Kirby contestó: “Si no estuviéramos preocupados por esa posibilidad, no lo habría mencionado”.
Voz del experto
Asdrúbal Oliveros, economista
Gane o no Maduro, habrá cambios en sector petrolero
Si Maduro sale victorioso, otro tema espinoso es el de las sanciones, fundamentalmente vinculadas al sector petrolero. Dependiendo de su victoria o derrota, podría mantenerse el sistema actual de otorgamiento de licencias privadas o, por el contrario, cambiar a un esquema de eliminación gradual de esas sanciones, teniendo como efecto la reinserción de Venezuela en el mercado internacional.
“El reconocimiento de los resultados de la elección es fundamental para el levantamiento de sanciones, para reestructurar la deuda, para atraer inversiones tanto en la industria petrolera y en la industria minera”, para tener el respaldo de los organismos multilaterales y “tener acceso a los casi 9 mil millones de dólares) que tiene Venezuela en activos congelados en el exterior”, anota Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma de análisis Ecoanalítica en Venezuela.
El levantamiento de las sanciones y el otorgamiento de licencias como la que desde noviembre de 2022 autorizó a la petrolera ChevronCorporation a reanudar operaciones limitadas de extracción de recursos naturales en Venezuela, dependen que se den elecciones donde se respete la voluntad del elector, que los resultados sean reconocidos por todos, y que esto “permita que Venezuela salga de este aislamiento y de esta situación de sanciones y pueda empezar a transitar una senda de recuperación”, agregó Oliveros.
CT