El cambio climático, punto de disputa de Biden y Trump
Los republicanos promueven una estrategia energética de querer hacerlo todo, por su parte, los demócratas hablan sobre la crisis climática como una amenaza existencial
La contienda por la Casa Blanca no es la única donde hay mucho en juego con respecto a la política climática. En las campañas por el Congreso y por gubernaturas en todo el país estadounidense, los candidatos también hablan sobre qué tan ecológica debería ser la red de suministro de energía. Los votantes sienten cada vez más el impacto del cambio climático tras experimentar el clima extremo del verano pasado.
En el debate sobre cómo responder a un mundo cada vez más cálido, los republicanos promueven una estrategia energética de querer hacerlo todo. Justifican mantener los combustibles fósiles en la combinación para generar beneficios económicos y garantizar la seguridad, la confiabilidad y la independencia energética. El ex presidente Donald Trump ha dicho que tratará de dar marcha atrás a las inversiones del presidente Joe Biden en energías limpias y ampliar la perforación de pozos petroleros si vuelve a asumir el cargo.
Encabezados por Biden, los demócratas hablan sobre la crisis climática como una amenaza existencial. Muchos de ellos tratan de adoptar las energías eólica, solar y otras fuentes renovables mientras abandonan paulatinamente los combustibles fósiles que fomentan el calentamiento global. Algunos demócratas de distritos productores de petróleo y gas caminan en la cuerda floja: por un lado su partido se aleja de los combustibles fósiles, pero por otro, sus comunidades dependen de esa industria.
El año pasado, Estados Unidos adoptó recursos energéticos limpios, almacenamiento de energía, vehículos eléctricos y tecnologías emergentes como el hidrógeno y la captura y almacenamiento de carbono en niveles récord, de acuerdo con Bloomberg NEF y el Consejo de Negocios por la Energía Sostenible.
La transición a las energías limpias es imparable, pero podría ser ralentizada en gran medida por políticos poco dispuestos, señaló Shannon Baker-Branstetter, directora senior de política interior de clima y energía del Centro para el Progreso de Estados Unidos, un grupo de analistas de corte liberal.
“Lo que realmente está en juego ahora es el ritmo”, señalan.
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de dióxido de carbono, después de China. La ONU ha dicho que los países deben recortar sus emisiones para el final de la década para tener alguna esperanza de limitar el calentamiento global a la meta de 1.5 grados celsius desde la época preindustrial, adoptada en el acuerdo climático de París de 2015. Biden desea reducir las emisiones del país a cerca de la mitad para 2030, en comparación con los niveles de 2005.La acción del Estado es indispensable para lograrlo, indicó Baker-Branstetter.
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Compiten intensamente por otra gubernatura abierta en Washington
El gobernador demócrata JayInslee no busca un cuarto periodo tras hacer de la acción climática la pieza central de su mandato y de su búsqueda por la candidatura presidencial en 2020. Al igual que en Carolina del Norte, un procurador general demócrata -Bob Ferguson- promete hacer más de lo mismo y al mismo tiempo hacer crecer la economía.
Ferguson dijo que su objetivo es convertir a Washington en un líder global de la energía limpia y renovable y la fabricación.
El republicano Dave Reichert, ex congresista que busca la gubernatura, dijo que Washington debería ser un Estado líder, pero no a expensas de las familias trabajadoras que no pueden pagar los precios de la gasolina.
La Ley de Compromiso Climático, promulgada hace un año, impone un precio a las emisiones de carbono y aumenta el impuesto a la emisión de gases de efecto invernadero. Los conservadores tratarán de revocar esa ley en noviembre.
“Esta no debería ser nunca una conversación en la que se debe optar sólo por una de dos opciones”, dijo Reichert said en un comunicado. “Trabajemos juntos para analizar cualquier opción razonable sin comprometer el futuro que debemos y nos esforzamos por proteger”, indicó.
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Estados Unidos vivió su invierno más caluroso
Estados Unidos, segundo mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero, vivió su invierno más caluroso desde que se tienen registros.
La media de temperatura durante el invierno boreal en 48 Entidades de Estados Unidos, entre diciembre y febrero, fue de 3.1 °C, es decir 3 °C por encima del promedio “clasificándose como el invierno más caluroso registrado”, precisó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Ocho Estados a lo largo de la región superior del medio Oeste, los Grandes Lagos y el Noreste vivieron su invierno más cálido, mientras que las temperaturas en el Golfo de México estuvieron cercanas al promedio.
Este “calor persistente” provocó una “disminución continua de la capa de hielo” de los Grandes Lagos, en el Norte de Estados Unidos, que alcanzó su nivel histórico más bajo a mediados de febrero, destacó NOAA.
En Texas, el incendio denominado Smokehouse Creek, el mayor en la historia del Estado, y que se extendió hasta el Oeste de Oklahoma, se desató en febrero y provocó la quema de más de 430 mil hectáreas.
Otros eventos importantes incluyeron inusuales patrones atmosféricos que trajeron fuertes lluvias y nevadas hacia algunas áreas del Oeste y causaron fuertes vientos, inundaciones, deslizamientos y cortes de energía en algunas partes de California.
“La ciudad de Los Ángeles recibió más de 30 cm de lluvia en febrero, aproximadamente tres veces el promedio, convirtiéndose en el mes de febrero más lluvioso en décadas en la ciudad”, agregó el comunicado.
En su discurso del Estado de la Unión, el presidente Joe Biden se refirió al calentamiento global como una “crisis climática” apartándose de la denominación “cambio climático”.
AFP
Para saber más
Febrero, el mes más caliente a nivel global
Febrero figura como el tercero más caluroso en Estados Unidos desde hace 130 años, cuando comenzaron a llevarse los registros, refirió NOAA. También es el febrero más caliente a nivel global y el noveno mes consecutivo de altas temperaturas históricas en todo el planeta mientras el cambio climático lleva al mundo a un “territorio inexplorado”.
CT