El heredero de Samsung queda en libertad
Autoridades surcoreanas suspendieron la condena de cinco años de prisión de Lee Jae-yong, inmiscuido en el caso de la "Rasputina"
La justicia surcoreana suspendió hoy la condena de cinco años de prisión al heredero y máximo responsable de facto del grupo Samsung, Lee Jae-yong, y autorizó su salida de prisión al exculparle de varios de los delitos relacionados con la trama de la "Rasputina".
Lee había sido condenado el pasado agosto a un lustro de prisión por sobornar a la expresidenta surcoreana, ParkGeun-hye, con objeto de obtener favores del Gobierno en su consolidación como máximo responsable del grupo, malversar fondos, ocultar activos en el extranjero y perjurio.
El Alto Tribunal de Seúl decidió hoy rebajar esta pena a dos años y medio y autorizó a Lee a cumplirla en suspenso, lo que le permite abandonar de inmediato el centro penitenciario donde se encontraba, después de que otra instancia retirara muchos de los cargos por los que había sido condenado.
Después de que la defensa de Lee recurriera la sentencia, los jueces han considerado que no quedó probado que la empresa obtuviera favores gubernamentales dentro de la trama de tráfico de influencias orquestado por la expresidenta Park Geun-hye y su amiga Choi Soon-sil, conocida por la "Rasputina".
Lee había sido condenado por donar unos ocho mil 800 millones de wones (6.49 millones de euros) a Park y a Choi, a cambio de recibir apoyo del Gobierno para una operación clave para la empresa y considerada de importancia estratégica para la sucesión al frente de la compañía.
La operación, una fusión entre dos filiales de Samsung que tuvo lugar en 2015, reforzó el control de Lee sobre el conglomerado, cuyo liderazgo asumió de facto un año antes después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un infarto que lo dejó incapacitado.
Lee, de 49 años, abandonó hoy las instalaciones penitenciarias donde permanecía desde hace casi un año -fue encarcelado el 17 de febrero de 2017-, y evitó hacer declaraciones ante el gran número de periodistas que se habían congregado allí para aguardar a su salida.