Internacional

EU investiga si matanza en Texas fue crimen de odio

Las autoridades estadounidenses consideran el crimen como un caso de “terrorismo doméstico”

Las autoridades investigaban el domingo el motivo del ataque de la noche anterior en que un joven armado mató a 20 personas e hirió a más de dos docenas al disparar sobre la gente en una zona comercial de El Paso, Texas.

El individuo arrestado, Patrick Wood Crusius, de 21 años, fue acusado de asesinato punible con la pena capital, indican documentos penitenciarios.

“Por ahora es un caos”

Crusius fue llevado a una cárcel en El Paso, donde las autoridades no pudieron de inmediato confirmar si cuenta con un abogado. Por su parte, la fiscalía de Texas dijo el domingo que buscará la pena de muerte para el agresor. Añadió que está considerando el crimen como un caso de “terrorismo doméstico”.

Había hasta 3 mil personas en el lugar de la masacre, en la bulliciosa temporada previa al inicio del curso escolar.

El ataque conmocionó a la ciudad fronteriza de 680 mil habitantes.

Las autoridades dijeron el domingo que consideraban que una diatriba racista y antiinmigrante subida a internet poco antes era obra de Crusius quien procedía de Allen, cerca de Dallas.

“Tenemos que atribuir ese manifiesto directamente a él”, dijo el jefe policial Greg Allen. Cuando se le preguntó si se trató de un crimen de odio, respondió:”empieza a verse más claramente como que es así”.

El sospechoso fue detenido sin que la policía tuviera que disparar ante el Walmart cerca del Cielo Vista Mall, a unos 8 kilómetros del principal paso fronterizo con Ciudad Juárez, México, indicó Allen.

Muchas de las víctimas fueron baleadas en el Walmart, según la policía, que dio información en inglés y español durante todo el día, en una ciudad de mayoría latina.

“Fue una escena horrenda”, declaró Allen, que añadió que muchas de las víctimas sufrieron heridas que podrían costarles la vida.

El tiroteo se produjo menos de una semana después de que un hombre de 19 años matara a tres personas e hiriera a otras 13 en el popular Festival del Ajo de Gilroy antes de suicidarse.

Los vecinos en El Paso se apresuraron a donar sangre para los heridos, mientras policías y militares ayudaban a la gente a buscar a sus seres queridos.

“Por ahora es un caos”, dijo Austin Johnson, un médico militar del cercano Fort Bliss y que se ofreció para asistir en el centro comercial y más tarde en una escuela que es usada como punto de reunión.

Adriana Quezada, de 39 años, comentó que ella se encontraba en la sección de ropa para mujeres de Walmart junto con sus dos hijos cuando oyó disparos, aunque creyó que se trataba de golpes, como los que se realizan en reparaciones de techos.

Su hija de 19 años y su hijo de 16 se arrojaron al suelo, para luego los tres salir corriendo de la tienda por una puerta de emergencia. Ninguno de ellos resultó herido, afirmó Quezada.

La mujer aseguró haber visto a cuatro hombres armados y vestidos de negro, avanzando juntos y disparando indiscriminadamente. La policía dijo más tarde que creía que el detenido era el único tirador.

Trece personas fueron trasladadas al Centro Médico Universitario de El Paso, incluida una que murió más tarde, indicó RyanMielke, vocero del hospital. Dos niños, de dos y nueve años, fueron transferidos al cercano Hospital Infantil de El Paso. El portavoz declinó ofrecer más detalles sobre las víctimas.

Otras 11 personas de entre 35 y 82 años recibían atención médica en el Centro Médico Del Sol, de acuerdo con el vocero del hospital, Victor Guerrero.

Una de las personas fallecidas era una mujer de 25 años que fue baleada cuando tenía en brazos a su hijo de dos meses, según sus familiares. Las autoridades en México dijeron que había tres ciudadanos mexicanos entre los muertos y siete entre los heridos.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard identificó a tres de los heridos como Mario de Alba Montes, de 45 años; Olivia Mariscal Rodríguez, de 44; y Erika de Alba Mariscal, de 10.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó “¡Que Dios esté con todos ustedes!” tras el tiroteo.

La policía investigaba si un documento compartido en Internet poco antes del ataque era obra de Crusius, indicó el alcalde de la ciudad, Dee Margo. En él, el autor expresa su preocupación sobre qué hispanos llegados a Estados Unidos estuvieran reemplazando a los votantes blancos ancianos, lo que podría cambiar la tendencia política en Texas y suponer que los demócratas recuperasen la presidencia del país.

El autor también critica a los republicanos por lo que describió como cercanía a las grandes corporaciones y degradación del medio ambiente. Aunque una cuenta de Twitter que parecía pertenecer a Crusius incluía mensajes a favor de Trump y elogiando su plan para ampliar el muro fronterizo, el autor del documento dice que su opinión sobre la raza era anterior a la campaña de Trump, y que cualquier intento de culpar al presidente por sus acciones serían “noticias falsas”.

Se trata del 21er asesinato masivo en Estados Unidos en 2019. Antes del sábado, 96 personas habían muerto en ataques masivos en 2019, 26 de ellos en cinco tiroteos en lugares públicos.

La base de datos de asesinatos masivos de AP/USATODAY/Northeastern University registra los crímenes con cuatro muertos o más, sin incluir el agresor, en un pequeño espacio de tiempo, independientemente del arma empleada, la ubicación, la relación entre víctimas y agresor o los motivos. La base de datos señala que la edad mediana de los tiradores en espacios públicos es 28, muy por debajo de la edad mediana de una persona que comete un tiroteo masivo contra su familia.

Desde 2006 se han registrado 11 tiroteos masivos _sin contar el del sábado_ cometidos por hombres de 21 años o menos.

AC

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