Internacional

Cuba borra el comunismo y busca en la Asamblea un socialismo sostenible

Miembros del Parlamento comenzaron a debatir ayer la nueva Carta Magna, que modifica 113 artículos, añade 87 y elimina 11

La nueva Constitución cubana, cuyo texto comenzó a debatirse ayer en el Parlamento, elimina el término comunismo e incorpora las reformas económicas de Raúl Castro en la última década en favor de un socialismo sostenible con propiedad privada.

Los más de 600 diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral) pulen en La Habana los 224 artículos divididos en 11 títulos, 24 capítulos y 16 secciones de la nueva Carta Magna, en una reunión sin acceso para la prensa extranjera.

El anteproyecto sometido a debate modifica 113 artículos, añade 87 y elimina 11 con respecto a la actual Constitución de 1976 para adaptar el nuevo texto a la realidad económica, política y social de Cuba y la comunidad internacional, explicó el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, en un discurso retransmitido por la televisión estatal cubana.

En el ámbito económico, la nueva propuesta refleja este propósito al mencionar solo el “socialismo” como política de Estado, en contraste con el texto vigente que en su Artículo 5 consigna el “avance hacia la sociedad comunista”.

Además, el Artículo 21 de la próxima Constitución reconoce “otras formas de propiedad como la cooperativa, la propiedad mixta y la propiedad privada”, lo que también supone un importante cambio respecto al documento de 1976 que solo reconoce la propiedad estatal y la cooperativa agropecuaria.

El anteproyecto a debate admite la inversión extranjera como “una necesidad y un elemento importante del desarrollo”, en un intento de atraer divisas para paliar la endémica crisis económica que atraviesa el país.

La apertura constitucional al capital privado apuntala las reformas aplicadas por el ex dirigente Raúl Castro desde 2006, que legalizaron el trabajo autónomo –llamado en la isla “cuentapropismo”– en sectores como la hostelería, el transporte o el turismo, y a las que ha dado continuidad el presidente Miguel Díaz-Canel tras asumir el poder en abril de este año.

“Fuerza dirigente superior”

En el proyecto constitucional que debaten los diputados cubanos, los cambios que la nueva Constitución impondrá en el ámbito político son más limitados, donde se mantiene el “carácter socialista del sistema político y social” bajo el mando del Partido Comunista de Cuba (único legal) como “fuerza dirigente superior”.

En esta área, las propuestas más importantes del anteproyecto son la creación de la figura del presidente de la República, jefe del Estado que deberá asumir el cargo con menos de 60 años y limitar su mandato a un máximo de una década, así como el nuevo puesto de primer ministro para liderar el Consejo de Ministros, máximo órgano ejecutivo del Estado.

Además, el anteproyecto establece que el Consejo de Estado, máximo órgano gobernante hasta ahora encabezado por el presidente del país, pasa a ser liderado por el presidente de la Asamblea Nacional.

En el ámbito social destaca la redefinición del matrimonio como la “unión entre dos personas”, lo que abriría la puerta a la legalización de la unión igualitaria, uno de los principales reclamos del colectivo LGTBI en el país caribeño.

En el documento también se mantiene el carácter laico del Estado y se ratifica la libertad religiosa.

TRANSICIÓN
Díaz-Canel tendrá ministros clave

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, mantendrá en su Gobierno a gran parte de los ministros de su antecesor, Raúl Castro, entre ellos los de carteras clave como el Ejército, Interior, Exteriores y Turismo, pero cambió al titular de Economía, un área vital dados los apuros financieros de la Isla.

Díaz-Canel reveló ante la Asamblea Nacional la composición de su gabinete, ya que cuando fue nombrado presidente el pasado mes de abril anunció que conservaría a los ministros de Castro hasta el primero de los dos plenos anuales que celebra el Legislativo.

La composición del nuevo Consejo de Ministros, cuyo nombramiento fue ratificado por los diputados, refuerza el mensaje de continuismo que ya subrayó el nuevo mandatario cuando asumió el cargo, pues entre los 34 miembros que integran este órgano hay solo nueve caras nuevas, la mayoría en carteras de peso menor.

De los nuevos ministros, varios eran hasta ahora los “número dos” de los departamentos que ahora asumen.

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